skip to main |
skip to sidebar
Impaciente
Ya es oficial. La nariz de Jiko se ha convertido en el jugoso (y a juzgar por el ánimo chupóptero, sabrosísimo) sustituto que mi hijo se ha buscado para esas ocasiones en las que, por hache o por be, me retraso cero coma segundos en darle el pecho. Los hay impacientes, ¿eh?
1 comentario:
Oye, pues porque iJiko tiene que comer y tal, pero por mí, encantado de tenerlo tan cerca, y de verlo tan de cerca, difuminado. Y hace cosquillas.
Publicar un comentario