Desde que nació Mateo no tengo conciencia de haber dormido profundamente. Al principio me preocupaba no despertarme si él lloraba. Ilusa. Resulta que en el parto, justo cuando sale el niño, te nace también un dispositivo en el oído y creo que en la piel misma capaz de detectar cualquier gemidico, por pequeño que sea, emitido por tu hijo. Así que siento tanto la respiración de Mateo, dormido o despierto, que dejo los sueños prendidos con pinzas para soltarlos en cualquier momento si oigo un sonido emitido por su cuerpecito. Y así ando. Buscando donde aparcar las ganas de dormir y todas las plazas andan ocupadas.
Jiko está igual que yo y encima él saca fuerza y enfoque para hacernos esta foto en el momento que más profundamente he dormido desde que nació Mateo. Creo que fue porque su respiración y la mía sonaban al tiempo. Y porque Jiko velaba nuestros sueños...
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1 comentario:
Bienvenida al Club!!!
Anoche me sentó mal un gintonic que me tomé en Migueláñez. Llegué a las cuatro y media a casa (mi señora y mi nene dormían). Entre pitos y flautas (pis y cepillo, se entiende), me metí en el sobre casi a las cinco...
Pues a las nueve y media ya tenía el ojo abierto. Ha bastado un "¡PAPAAAA!" en la lejanía del pasillo.
Estáis muy guapos. A ver si nos vemos.
Besos
Javier
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