sábado, 29 de diciembre de 2007
sábado, 22 de diciembre de 2007
iJikito
La primera cuchara de Mateo (y el pediatra loco)
Nos lo dijo el pediatra: hay que ensayar el tema de la cuchara con vistas al inminente desembarco de las papillas. Cogéis un poquito del biberón en un vasito, nos dijo, y se lo vais dando con la cuchara, a ver qué tal. Así, una semana. El vídeo de arriba, en exclusiva, es la prueba de que somos obedientes, y de que Mateo, suponemos que por su habitual ansia lechera, tardó exactamente cinco segundos en cogerle el tranquillo. A juzgar por cómo le dejé la cara de churretes, a mí me va a costar más... (a ver si Jiko tiene más pulso...).
Este pediatra, distinto al habitual, nos encanta porque está como una maniega, loquito perdío, pero, al mismo tiempo, y ahí está lo curioso, nos inspira una confianza brutal. En esta última consulta, Jiko y yo tuvimos varios ataques de risa (que él disimula estupendamente y que a mí me obliga a colocar la cabeza detrás de Mateo para que no me pille). A continuación, una selección de sus perlas:
1). Este fue el diálogo al entrar.
Pediatra: ¿Cuánto tiempo tiene el niño?
Jiko: El lunes cumple 5 meses.
Pediatra (consultando la ficha en el ordenador): Ajá. Vale, desnudadlo. ¿Cuánto tiempo tiene?
Jiko: Cuatrocomaochentaycinco meses...
Pediatra (sigue mirando a la pantalla): Sí, a ver... Mateo Marca Escamilla... ¿Cuánto tiempo tiene?
Yo: (miro a Jiko) ... El día de Nochebuena cumple cinco meses...
Pediatra (se levanta a ver al niño): Qué bien está, qué guapo, ¿cuánto tiempo tiene?
Jiko y yo (balbuceando entre la risa y el mosqueo de cámara oculta): esto... cinco... meses... casi...
2). Hablando sobre los nuevos hábitos alimenticios de Mateo, el pediatra nos indica: "Esto se lo podéis dar en lo que en España, y más concretamente en Madrid, se llama 'la hora de la comida". Ahí fue cuando escondí la cara en la espalda de Mateo y estrellé mi rodilla contra la de Jiko, que intentaba no descojonarse como yo.
3). Para explicarnos cómo debíamos hacer una papilla de carne y verduras nos dibujó una sartén con unos mondonguillos dentro que eran "trozos de pollo" y unas rayitas abajo que era "fuego lento" y un cazo con unas líneas cruzadas que eran "un puñadito de judías verdes" y cuatro circulitos que eran "patatas, lo más importante". Jiko no pudo más y le dijo: "Has dibujado la sartén. Eres un crack". El pediatra, entre sorprendido y orgulloso, dijo: "Sí, siempre la dibujo". Para los incrédulos, aquí está el insigne boceto:
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgNqAvMkUOCPIDo2Ur8K0husNymclWdM_RQvsKrQbH9N0pApThseQj7lLiHuMQ41yZ86GYUNfT75GRN9O3DTgL_0X3Xri-Pm2Krx47ycYTzZCI5_bBdOr23SQE9fUo3euX2ymUg8q883t0/s400/Sart%C3%A9n.jpg)
4). Sobre los nuevos hábitos del cuidado de la piel de Mateo, nos dijo: "Dado que tiene la piel muy delicada igual es conveniente bañarle en días alternos. Los días que NO le bañéis le embadurnáis de crema Nivea, de la de lata; los días que SÍ le bañéis le ponéis después aceite de borraja o, mejor, de oliva de un grado, que lo peor que tiene es que el niño os va a oler a ensalada, pero no pasa nada".
5). Nos dijo que ya había llegado el momento de dejar de esterilizar todo. Yo pregunté si los biberones los podíamos lavar con un detergente normal tipo Fairy. Él contestó: "Perfecto, Fairy Ultra". Es un hombre de marcas.
6). Sobre el tipo de carne adecuado para las papillas, nos recomendó: "Pollo, pavo, añojo que es baratito, y potro, que lo compráis en Hipercor".
¿Es un crack o no es un crack?
domingo, 16 de diciembre de 2007
Ana, a partir de ahora
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJ8n7BMrBmLjX9UY1YW3VluZVrkQhR0bc3kZRDgl6rKkiYADfmXgpMv0bQ5kfvfy_JF-AOiIOCnCwsMHoDo02cLENmzkqF1kWnldXPyVM0UwFzE5rK6ZvQg8mWS7go66iVLJOcujg146U/s400/Ana1.jpg)
Querida Ana:
Bienvenida. Antes de nada, tus Jikotíos queremos agradecerte haber nacido el día 14: nos has hecho ganar la porra. Así que dile a tu padre que cuando quiera nos puede dar lo recaudado y como sabemos que la cantidad contiene ceros a cascoporro, dado el afán apostador de sus amistades, dile también que no se haga el suecoikea.
Bueno, pues eso, que bienvenida. Que llevamos esperándote un porrón y que las ganas de verte ya era mono...Y eso, verte, a las cuatro horas de nacer, ha sido increíble, Ana. Eres muuuy chiquita y muuuy morena, y tienes el pelo neeegro y los dedos laaargos, y te he oído hablar el idioma de los ratones y mirar fijamente a las voces a tu alrededor. También, según me contó tu madre, a la que quiero muchísimo y un poquito más cuando entré en la habitación del hospital y la vi tumbada contigo al lado, has sacado ya un pelín de mala leche, pero yo no lo ví. Te vi dulce y enroscada, templadita y sonrosada, aprendiendo a comer. También vi llegar a tu hermano Rodrigo y su cara al mirarte por primera ver, asomándose a la cama con la merienda de jamón y queso blandito en la mano, cuidadoso, nervioso y asombrosamente acostumbrado a tí en cero coma segundos.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh-D1vTDHDOAuZ0rVPJA14M6FE-_aTTsI1eOk5u_y-aVd4LM2BtdQamNGvPmGpIL2E9RmZ-aVAXT5byaVNTzl_2Ql1Uw_D3RPLd3fMqXkVh84f-YFF5Q9dS_HVo85ATzWxxaBuhkPx_NLY/s400/Ana2.jpg)
Tienes mucha suerte, Ana. ¿Motivos? Muchos. Te digo unos cuantos. Uno: conozco a tus padres desde que empezaron a quererse, allá por el pleistoceno, y, aunque ya te irás dando cuenta, se quieren mucho mucho y con ellos te vas a sentir segura y te lo vas a pasar pipa... (bueno, te aclaro: a tu madre la conozco desde que tengo uso de razón y es mi hermana y mi espejo y mi punto de mira y mi árbol familiar y mi compañera de vida, ya te contaremos... Tu padre llegó después, y le adoro desde entonces, cuando tenía greñas y la forma de la guitarra en los dedos y un deje de duples reyes sotas que me parte de nostalgia cada vez que lo recuerdo...). Dos: conozco a tu hermano desde que nació, me ha babeado la cara y me ha venido a despertar a la cama de Bernardos y me ha hecho morderle de lo que le quería (y le quiero). A tí te va a querer mucho, Ana, y te va a cuidar como si fueras la fortaleza de los Bionicles, que es mucho decir, ya lo verás. Tres: conozco a tus abuelos, aunque mucho más a los maternos. Sólo puedo decirte que con ellos vas a descubrir cosas que te dejarán frita, y que te curarán los catarros en el pinar y te harán guisitos de chuparte las encías. Cuatro: conozco a los amigos de tus papis, o al menos, a la mayoría, que pertenecen a una especie muy rara denominada "bigardos". Bufff, Ana, ahí vas a tener un filón de carcajadas y calorcito.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhVw5ZjSXyapYKEz-Qc_yfxezj5ivw-W3Iz-jnDioue5gC1uyf0NzBiJV6G-a8LymjqAyyvpyte8OeD1_HMcuTQL8JgX1KcybHnlQlLEfCYtKeEIVxvwgwpVKMiuaYEftQi__7HLS62_3E/s400/Ana3.jpg)
Y cinco: en este quinto y último punto (no quiero aburrirte nada más nacer) no se si vas a tener mucha o poca suerte, pero resulta que voy a ser tu madrina (¿o lo soy ya?) y quiero que sepas que te voy a querer con toda mi alma y que te voy a seguir con la mirada y la merienda y las ganas de comerte a besos y que voy a contarte mil pelis y a llevarte al cine a ver otras mil, y que siempre podrás contar conmigo. Siempre. Conmigo, y con tu tío Jiko, que hará muchas tonterías para que te rías, seguro, y con mi niño, Mateo, que sólo es medio año mayor que tú y con el que espero que descubras muchas, muchas cosas. Para empezar, vuestras primeras navidades.
Bienvenida, pequeña. Comienza la aventura.
Tu tía Bárbara.
jueves, 29 de noviembre de 2007
Ya es Navidad (por primera vez)
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhAYntkF_dPu_BaqF9IcdbuoacUBUzbyPm8Ko1x74onEg5IlFsYQ5CtpI4nzRMd0qZARQ_xFWJEktpW8VA4169wC0vHsvpzrggftz9RZ0vMYlyMDmlPrBj0-rMLAwqWNA35ybWuYAuE2bg/s400/Con-osos.jpg)
Creo recordar que los últimos titantos años me he cagado en la madre que parió a los comerciantes empeñados en adelantar la Navidad con muñecajos en las fachadas y espumillones y nieve de plástico y demás chorradas del corte cortilandia. Veinticinco de... ¿noviembre? Fun, fun, fun.
Y resulta que cuentan mis padres el otro día que han colocado unos osos y unos pingüinos tamaño ñú en la calle tal y que a Mateo le podría molar, aunque no se entere mucho. Así que me cojo a Jikito y quedamos todos allí, en el zoo de hielo ése en plena ciudad y en pleno noviembre, que de Navidá, ná de ná.
Y saco a Jikito de la maxicosi y veo sus ojos mirando al oso de mentira que él no sabe que es de mentira y entonces me reinvento a mi misma con eso que me entra de pronto por dentro y decido que... ¡¡¡vivan los comerciantes que ponen muñecajos de Navidad en todas partes!!! ¡Y el espumillón! ¡Y Cortiland... bueno, no nos pasemos con la reinvención, Barbarica, hija.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhWadzQzYkPMmYqO9tOrW3YuQjN4D1wqF8wpEzAc4IMyavtzhz1s696cRvYWvpdatefCdcaQnAJj5KtfdnHdNmmr_R4cCGKHCc1r4WmvLx2UetIcMOcrI-JN_eLJxYuLEHUxLXBqDzeSM8/s400/En-el-aire.jpg)
No fueron los osos el único primer paso de Mateo en la Navidad. El paquete que mis padres llevaban encima resultó NO ser una manta como me dijeron, mintiendo y faltando al espíritu de la Navid... me estoy pasando otra vez. Bueno, resultó ser un árbolito de Navidad con pieses y bracicos y nariz y boca y, por supuesto, bolas, que no se veían. Un árbol que sacaron, en un gesto que da pistas sobre su nuevo entusiasmo (da gusto verlos, a ellos y a mi abuela, que repite su nombre como un mantra), al final de la comida y que dejó a Mateo completamente alucinado... Se lo quedó mirando....
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhGnzHklNSpb7no8NbB38iibjTqNbyDnGbAaxZJGxrnHujOgOAImP61ZyBS0jcYPUx4QcLbZUrE75q_qfE8f1w93yH5ZsQVrDqfYs50mEMpB6hAEvgnr7ocRdtqj4TKDA5JzlKSVGOhgj8/s400/arbol1.jpg)
... buscó una explicación...
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgR4g8yxhBihROo751cDwuakc3xDOhNgACoYIBK_xlHmpXymHXV1tSLxOLjHjqsTAEcR9tr0p211ergajD48oUvGgiF6R6Fu5WlX8N1bc6vqwybLvFCCy2hC8ymMTuFOk-ogExNPHb-OoY/s400/Explicaci%C3%B3n.jpg)
... sin saber aún lo mejor: el árbol tenía un botoncillo secreto que, al apretarlo, se ponía a cantar y bailar O Christmas Tree en modo pachanguero molón, moviendo todas las ramas al más puro estilo Celia Cruz y carcajeándose como un abeto desquiciao. La cara de Jikito pasó de la sorpresa...
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiGC6bbTyEkAWIRYKxzuIs9w5sfU7BfZSPZ97dofQWHKk4gHBLEsu_rgWPaa_pcgMU6bSJ6OLuBspFKGIgdcN0bPrr2FrGO7vFGfHn7_Zo5p8LUp1U3GpYEkdQ3FDJjKC7ZVewlshbCYNM/s400/Cara1.jpg)
...al alucine...
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEibhAJmGoGQdxlczOxe9d1knIQf5wIzr5yQQ6iyIvEFIzisJDU-WCllwiH_RiL5MtcCyvBR1Xs8Al6-VOcocs8fj_tGBwFj0teMl_-FK4HG68MIWnyfp5ME1w-LEQ6VGe62686NkP1iFEY/s400/cara2.jpg)
..y después, con esa sonrisa de descubrimiento, al más puro entusiasmo. Así miró su primera Navidad:
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJoUOVb9YFp-iOB9KEykJiv6HIsX6YMYF1PNDlkuMjWUXwkK6514rRoUhVJuIs4PL-lHHxxtRBDaM4QNtWP_aAAv54sqvU5DlCfTRz3piTuUdunK97dnuiR8MSi4jwUp891qs6uB8r-KM/s400/Sonriendo.jpg)
PD: Cómo eché de menos a Jiko ese día. Pero cuando volvió de trabajar, Jikito repitió cada gesto delante de él y del árbolico, como sabiendo que Jiko no podía perdérselo (luego me dijo que a la que se la veía como loca con el O Christmas Tree era a mí...).
Él, jabón. Nosotros, jamón
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEirCUiPsNoR4UFcmc1PC4wt_MbQqKLdO5iBGEsm6idco1gU0HW5yiwkOLq4oorFzUMlX2_I9HTlcFeY_cnVXP4t-JTDQQwqSKzVLZytaLEDhcDD-t1VATvCXW928EiUP6t49YjTxSD9fG8/s400/Ba%C3%B1era2.jpg)
Jikito sigue pimplándose el baño. Como si fuera sopa. Le pone Jiko boca abajo, para que nade, a su manera, claro, que es eléctrica, y le sujeta sólo la barbilla para que no trague agua. Y él nada de nada (y nada que nada), abrevando del agua enjabonada que chorrea de la mano como si fuera un Vega Sicilia. Se relame. Vega Nenuco.
Nosotros ya no lo impedimos. Y le dedicamos, después de su bibe (Vega Almirón) y ya en la cuna, las primeras lonchicas (y no tan chicas) de un cincojotas que acabamos de recoger, regalo tardío de nuestra boda (gracias Capa y Silvi! A ver cuando os pasáis para comer... sólo un poco, dice Jiko).
Glu, glu, ñam.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj3vjBvoMZHRijI6niHDAh_1pwQhG9ZADKI132R44X1j2QJi2pvE-Brndd_t419njmSi-KuztTSIQd-hoG5Zc-tezyCf4iMD6aBF0pCHy1fYpGTjZ5zFbtu7DHHCTKEfcbpQGZTPdqtGfw/s400/jamon_5j_loncheado_full.jpg)
¡Viva el jamón y la madre que lo parió!
viernes, 23 de noviembre de 2007
A ver qué pasa
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgkMozC676CQTzYkzDM8IXtltdkMFwYy8BN92Fm8RsrsrwIfcx7-wWy5IA9MHk4I6zG7o4n3i0rpxOWYuTEsF591LrPbvxejZmqQKcJXZJz4onKhzlwUgDz06HyuC2C_UVl3BctxMcracg/s400/Mami-y-Mateo.jpg)
Hoy, me vais a permitir, voy a hacer de este blog un diván. Y no sólo entenderé, sino que casi lo aconsejo, que no sufráis el tostón de leerlo. Casi es un impulso visceral de verbalizar mi momento, 'asín' de simple.
No se si sentiría de otra forma si tuviese veintitantos años, si acabase de comenzar mi carrera o si de mi dedicación absoluta dependiese mi futuro profesional. No se si, en ese caso, no me plantearía cosas que ahora son casi prioridades. El caso es que Mateo, a mis 35, me ha hecho ver las cosas de otro modo. Llevo currando desde los 18 años, justo cuando empecé una carrera que no debería existir tal como está planteada, pero esa es otra historia.
Han sido años, muchos, increíbles en los que he descubierto un oficio que me encanta, en parte porque he tenido la suerte de poder ejercerlo pegadito a mi pasión, el cine. He aprendido mucho, me he divertido, se me han agarrado los nervios al estómago cuando me he enfrentado a algún reto profesional (como cuando me mandaron a mi primer festival), he disfrutado escribiendo, viendo películas, conociendo a la gente que las hace, que las piensa, que las critica, he compartido momentos increíbles con personas sabias y transmisoras, generosas, me he reído a rabiar, he hecho muchos y buenos amigos, y también me he chupado horas y horas extras, fines de semana incluidos... No tiene ningún mérito, así está montada la historia, y se que no trabajo en una mina, y que he tenido muuucha suerte, siempre lo tengo presente. Pero también me he comido muchos marrones y, sobre todo en la última etapa de mi trabajo, he tenido que aguantar una sobredosis de mezquindad, ignorancia, chapucería, vulgaridad, injusticia, mala leche y mucha gilipollez. Y una labor diaria muuy alejada de lo que realmente me gusta. Eso es lo peor.
Y Mateo me ha resituado. Por eso creo que lo que tenía en mi trabajo, esa seguridad de una nómina y eso de estar "conectado", no son más que excusas para no lanzarme a buscarme la vida con lo que realmente quiero (ver cine, escribir sobre ello, disponer de mi tiempo) y aguantar las tonterías justas (a ver, no estoy ciega: no trabajar en una redacción no es sinónimo de no tener que aguantar muchas chorradas de gente lerda, pero como que es menos tóxico no tenerlas delante...).
¿Que es complicado? Mucho. ¿Qué tiene muchos riesgos? Seguramente, y no sólo económicos (en los peores momentos pienso en la posibilidad de que se haya acabado mi carrera... y no lo soportaría y me muero de miedo). Pero pienso: ¿quiero levantarme amargada cada mañana para ir a un curro que odio con una gente que maneja el cotarro desde la más absoluta desfachatez? No. ¿Quiero estar cabreada muy a menudo por eso? ¿Y que mi hijo y Javier lo sufran? No. ¿Quiero estar orgullosa de lo que hago? Sí. ¿Quiero aprender de lo que hago? Sí. ¿Quiero no sentir ilusión por lo que escribo? No, rotundamente no. Y, sobre todo, ¿quiero estar con mi hijo el mayor tiempo posible durante estos primeros años de su vida? Sí, sí, sí. No lo entiendo de otro modo. No he tenido un hijo para perdérmelo cada día durante ocho horas, en el mejor de los casos (mi trabajo exige unas diez o doce horas diarias durante dos semanas al mes). Entiendo y respeto esa opción, pero no la comparto, es que no lo siento así. No se si pensaría de otro modo si las cosas en la empresa fueran de otra manera, o si en el futuro todo cambiará, pero ahora, cuando veo a Mateo...
Y si las cosas no me salen como quiero, y no consigo poder "vivir" de las colaboraciones o de mi 'proyecto web' con Javier, y necesito un replanteamiento profesional, pues como no llevo anillos, no se me van a caer por currar en lo que sea, vendiendo forros polares en Coronel Tapioca, por ejemplo, que ya lo hice. Escribir es algo que siempre seguiré haciendo, aunque empaquete polainas.
A esta "cosita" me enfrento el próximo 14 de enero, día de mi incorporación obligada a mi "gran" empresa de mierda. Igual me tengo que tragar todo esto y, finalmente, me acojo a la jornada reducida... Hablo de esto con Javier y se que él me quiere feliz, y sabe, como yo, que en la empresa eso es básicamente im-po-si-ble. Es increíble la fuerza, la seguridad, la tranquilidad que me da su apoyo, bestia, rotundo e incondicional. También por eso me siento afortunada, a pesar de la incertidumbre, del vértigo, del miedo. Ay.
A ver qué pasa.
jueves, 22 de noviembre de 2007
Con todos los pelos de la barba
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEghtH04NPpWGDfdAXsIEc7b-0cewmW_hyuTU-KdACZJER35cKZpyPWUi8cweyC91IT9AQCR7cGRTA5_jhvvxrKI3EIOSHMK27TB0mUFz09cvfAtsHBZckvkm8jFuucv-fhBiQMdirNBC-k/s400/Leyendo.jpg)
A veces Javier dice que no se cree que tengamos a Jikito. Le mira de pronto, en un instante surgido de la más pura rutina, y congela ese trozo de tiempo con expresión analítica, como quien mira un cuadro de esos de puntitos en los que los hábiles ven el skyline de Nueva York y los torpes no vemos ná de ná. Enseguida vuelve a enfocar y se ríe y me mira buscando confirmación. Y, claro, digo sí con la cabeza, y me río yo también, y entonces coge a Jikito y le estruja y le besa con todos los pelos de la barba hasta que le hace gritar, Mateo diciendo yo no tengo la culpa de que no os lo creáis, qué pesaos la virgen.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhKy_qNBwl7vdRv_Vx4WZlSF7YkRCfR6z6htg67WJD0fM4L877303czk_i8uFs3pEgYoS6LdFbDhGVIRBe0ReItFKt51kOM-a9TuHw91lC6jRmOJvW08fAMu9WzCsVxRVol9D5PfATDDkE/s400/Cara-a-cara.jpg)
Pero otras veces se lo cree más que nada.
Más que nada porque se reconoce en sus manos tamaño xs y en la idea que se le planta de pronto de lo que se le viene encima y por los lados, de él dentro de mañana y pasao y al otro, creyéndose a Mateo y a él mismo al lado de Mateo. Y al mío.
Prometo menos azúcar para la próxima entrada, si eso.
Hoy, sobredosis.
miércoles, 21 de noviembre de 2007
Abuelitis
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg8kF-EvEyh0a2rnsp0YODh6-Vqa4ArkEcaeoItONVgNWRHdG3mhFfCYg0VkXdwCFuuQVLdb9sT6wlkeRm041vZhXsQ3-BqE0SHAkWRvxDZjN0AEmCTZWNUVbnRmMb5s2E8QLxbPFfgB94/s400/Jugando-con-Abuela.jpg)
Mi madre está resfriada y no puede y no quiere coger a Mateo (esta foto es de la semana anterior...). Así que le observa desde una distancia prudencial, envidiando a cualquiera que le tenga en brazos y jurando en arameo por los putos virus que le impiden ser ella la que le tenga y le mire de cerca y le estruje y le bese. Ayer, que era el cumple de mi padre, la quise en su impotencia, vi sus manos extendidas, como resistiéndose a la distancia, y entendí su mosqueo escondido en el ruido del sonajero. Porque, encima, Jikito estuvo increíble: habló por los codos en su dialecto de vocales chiclosas, se rió a carcajadas, tocó y babeó los juguetes que ella le ha comprado, y el único que pudo achucharle fue mi padre, que celebró sus sesenta y una castañas bailando con él por el pasillo, sintiendo sus deditos enroscados en su camisa, y haciéndole reír con esa especie de performance que ha creado uniendo el ritmo de los payasos de la tele y el verbo de Ozores en el un, dos, tres (tengo que hacer vídeo: hará furor en este blog). Mateo se parte. Yo más. Y mi padre es feliz.
Me gusta ver a mis padres con Jikito. Es extraño y me hace bien y me descubre cosas que no había visto de ellos y les veo radiantes y dedicados y generosos y llenos de nieto. Y me acerca a muchos recuerdos.
PD: Dentro de dos semanas viene la otra abuela de Mateo, Beni, que cuenta los días para ver el paso en carne de estos dos meses sin verle. Qué ganas de ver su cara cuando le coja por primera vez...
El pediatra
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjOecrcefhByRx1ZHcb74MJzr75gck4IFjtmDBmfCyYS3kYbhxLxK520YGOBktQi4kL8r-uP5XlrLXPc4FHGh-Uj-6lYfYMJVn26EaHaWepJXtcLWJLOoxXo3sWLJEilClv5UvkLhEpRWo/s400/pediatra.jpg)
El pediatra de Mateo se llama Mario, es mayor, le tiembla un poco el pulso y no se acuerda de que la anécdota que te está contando ya te la contó en la anterior visita. Tiene la consulta viejuna, llena de diplomas colgados y fotos descoloridas de bebés anunciando algo, y algún cuadro feo como cabecero de unas sillas negras y doradas, horrorosas. Pero me gusta. Es cálido y amable, y lo es siempre. Es paciente con los nenes, se nota que le gusta lo que hace, y a Mateo, después de buscar su ficha en un taco inmeeenso de folios apilados (ése es su ordenador), siempre le habla sonriendo y le mira con dulzura pero sin ñoñerías babosas. Le pesa, le habla mientras, le toca la cabeza y los oídos, le mira la garganta con el palo de madera que a mi me daba (me da) tanta dentera, y Mateo le observa alucinado, como se ve en esta foto.
El otro día Jiko curraba y fui sola con Mateo. Entré con él y con la bolsa y los abrigos y una toallita y el chupete colgando de mi camiseta. Me hizo pasar, me preguntó por el niño, escuchó las respuestas con calma, aconsejó rápido, sonriendo, hablando alto. Y cuando terminó de ver a Mateo, levantó la vista y me dijo: "Y tú, hija, ¿cómo estás tú?". Y me quedé en blanco, porque de pronto me acordé de mi abuelo, con la mano en mi hombro, preocupándose por mi.
La Feria de la Abeja (y II cumbre del G-12)
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEii4kusvUdsjdmtRi5tTrfG9DNyMREai_aV5cG0xcXQ1_Rlhsgluivh-_JqCRRCXQwUM-8hT-ebh_CPu6I9BYJaQiXS8fXgecfvBnv_rDz7CInNo1QGrPN2GjQF7cGElGlGdDaj2W6rzco/s400/Feria1.jpg)
No tuvo más remedio Jiko que subir a Jikito en sus hombros. ¿Habéis visto alguna vez esas imágenes en La 2 de un enjambre de abejas en plena manifestación de apoyo a la Reina? Pues, comparado con nuestro plan matutino del sábado pasado, el enjambre abarrotado es un solar abandonado. La Feria del Bebé, en Ifema, fue el título de la pesadilla. Ni un centímetro de alfombra se veía entre tanto pie cansao (de padres y madres cansaos), tanta tripilla tontuela de recién parida, tanta espalda descuajeringada de aguantar kilos crecientes a golpe de bibe y tanta rueda de carrito. Qué agobio, qué estrechez, qué ganas de apretar el botón del traslador de jarripoter y aparecer en un lugar vacío y silencioso... Bora Bora, me vino a la cabeza. La gente hacía tres cuartos de hora de cola por una muestra de suavizante Vernel y media hora por un pañal gratis, y probaban la resistencia de sus codos por un folleto de ruedas de recambio de la maxicosi, o yoquése. La virgen. Habíamos ido con Mari Carmen y Pierre y sus mellizas y, después de pasar la vergüenza del siglo (y la carcajada del siglo) por poner a los nenes en culo en un cambiador que resultó ser de exposición (ups!), decidimos salir de allí justo al tiempo en que Lucía, Diego y Laura llegaban a la entrada a recogernos.
Luego todo fue un gusto: restaurante silencioso y casi vacío. Comidita tranqui (hasta que Mateo decidió jugar con mi cuello y querer dormirse cantando, lo que todo el mundo sabe que es imposible) y sobremesa con la experiencia inolvidable de ver a la pequeña Laura tomar la papilla (es que los demás no hemos pasado aún del bibe... Jiko y yo nos miramos con ganas de imaginarnos a Jikito pimplándose su primer alimento sólido...), lamiendo la cucharilla como un cachorro-qué-rica. Lo esperado, la verdad: un reencuentro chulo del G-12 (los tres madddrimonios, los cuatro bebés, los dos perricos) que ya apuntaba maneras desde el encuentro en Zaragoza.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhFtwz3wjqLzKYZxhxzB-0mGiSsO4_35C8VGsFmpDFnVdwDOXAfeON-Byi_PEwojz6webuc-MGkG_Yt-V5u2PtSagMpDW2eyp-KMHJWtbPJZZaD98oSML817-CqsKRjR3UqTI8alzvbBRk/s400/-1.jpeg)
El domingo nos dio tiempo a un paseo frío y estupendo y solete y risas en el Templo de Debod (te tomo prestada la fotico, Mari, para que se aprecie "cómo" vamos por ahí... los doce), con parada de cafetito y colacao para elaborar la lista de nuestra próxima cita en la casa rural de Guadalajara. La lista, como era de esperar, era comida-comida-comida... (raclonette, costillitas, fondue de chocolate y frutas, tiramisú, sushi... ayayayayayyyyy). ¿Alguien recuerda la película La gran comilona? Pues eso va a ser la escapada rural. Me temo.
Y este, para despedir la entrada, es Jikito, echando mano de su calorcito de duende para calentarse la naricilla en el frío soleado de Madrid:
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEimXspxrBQ_3nPy4l-O3ycfV83p4h7qLfuPaMGjghmtMuNJDL7DxdHmkUigvBbjpE5o4ojioc0HzJ2XmfsU0IQALE_Lte55qGMcbCa6fE43Rd7qRW_rA9P_clm3W4ZpK3LExh2-xGpLSpA/s400/-3.jpeg)
Y no me olvido: estos de abajo son Goose y Noah, "hermanitos" de Laura la mayor, y los perricos más buenos que he visto (con permiso de mi querido Verdi...). No abrieron la boca para ladrar esta boca es mía. A ver si en Guadalajara disfrutan un poco más que en los madriles...
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEijZi0zV99OLx-Ffh4_cD1PPgCBnlinDaNCQJlijLtIhK92FjcB2E1PwpezK-y7DuX4Kr7zc0Yw8gW9iak7CKJPiIqlPI7Fj7NtWdEl0OyNxSv7QnuJlPGMVI-MaNanOjpJtgewVtlSaAo/s400/-2.jpeg)
PD: Fue un gusto teneros en casa, chicos.
viernes, 16 de noviembre de 2007
Jikito y el Telediario
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEik1jXU4dhFlA6o0jOvKFKdWiCNc2bN025dYJ9JmGNYB4_6AD81PvYaiNrZ6WAHhbB3CqJWxTWmtiLS7srt8TCnVSD-ff4F3gX-OZgCA5-Km4Tw4dk_xawXM8V__0N3XixJpl9jk0sw2yw/s400/TV.jpg)
Tenemos que confesar que nos preocupa un poco este interés repentino de Jikito por la actualidad informativa. Por su mirada absorta al telediario (cada día), comenzamos a sospechar que el devenir político de nuestro país (Españññññña) se ha convertido, justo después del contenido puntual de los biberones, en su máxima preocupación. Asiste así, concentrado y pensativo, a las frases de la semana, porquénotecallas, y a las imágenes que se nos ofrecen de lo que ocurre en el mundo. Ay. Luego balbucea a modo de pregunta, aoooegguuurrrooagugeee, suponemos que pidiendo más información sobre, por ejemplo, qué es un rey (que va de traje y no parece Mago) o que viene a ser el peibé, aunque también hemos detectado una curiosidad especial sobre la subida del precio de la leche y sobre qué va a pasar finalmente con la FIA y las peticiones a la desesperada de McLaren. Creemos que está deseando saber por qué equipo va a fichar Alonso. En fin, nosotros habíamos apostado por las didácticas imágenes con sonidos estimulantes de Baby Einstein, pero creo que hemos pecado de inocentes. Donde esté el telediario y Lorenzó Milá que se quiten Mozart, los colores vivos y el monstruo de las galletas. Ay.
PD: Atención al "bracito" que se le está poniendo al nene. Como para retrasarte un minuto con el bibe.
domingo, 11 de noviembre de 2007
Todo por la pasta
Mientras Jikito dormía así, agarradico a la chichonera vaya a ser que se caiga en una curva pronunciada en su sueño de camiones de gominolas y pitufos pasteleros, nuestra casa se ha convertido en una trattoria. Os pongo en antecedentes:
Hace unos meses compramos, creo que en Alambique (Plaza de la Encarnación, 2), una máquina de hacer pasta. Jiko pasó los diez minutos que estuvimos en la tienda haciendo tallarines imaginarios, tortellini mentales, raviolis inventados, hasta el relleno, con esos ojos que se le ponen cuando algo le hace mucha ilusión y parece que le falta tiempo para ponerse a ello. Jikaaaa... Pero pasaron meses (ocupados estuvimos) y la máquina seguía en la alacena, esperando sus quince minutos de gloria. Hasta que ocurrió. Fue hace poco, Jiko ensayó unos espaguetti increíbles, pero sólo a modo de prueba. Hoy ha sido el verdadero estreno: unos tortellini a los que hemos terminado llamando Carameletti por algo que iréis viendo mientras os cuento... (poned voz cinematográfica)... el proceso.
Comenzó con la bola. De harina, huevo y sal. Amasada con esmero por el Jiko cocinero y artesano, que se empeña en la textura hasta que me llama para que le confirme que huele de maravilla (es que huele de maravilla, la pasta cruda). Y ahí entró la máquina, o mejor, la pasta en la máquina: diecisiete pasadas, ¡diecisiete!, por el rodillo, girado con el mismo cuidado con el que pisamos la madera que cruje el sueño de Mateo...
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh9NH5IbP5H1HBZj4mhqE2CePPd3bgI3SoLSkz53sb0mJeHBLXOxFcGBvLAVW0HjyXJUZiqYrb8hww9FWKm_R0lGuPJ3a8fxlZcDVPQI2PhrYoVOI8n-DncnmxnSWt_VgZdDFDvtzBQtoU/s400/Carameletti1.jpg)
Hay que hacer un inciso: minutos antes, una calabaza se asó, a su ritmo, que es el mejor, en el horno, y con la pulpa, ya blandita, hizo Jiko una pasta a la que añadió aceite y romero. Una cucharadita de esto y otra de queso gorgonzola se hicieron hueco en cada cuadradito de pasta que cortamos, después de hacer el rodillo lo suyo, sobre la encimera enharinada. Importantísimo: mojar levemente los bordes del cuadradito para que se peguen bien y que el relleno no se vaya de varas...
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEigCCI3lueTdLWbMA_G0L-vohXey569PdYWt9GqVaAuby6Se6LphQ608mZshb3ch-LDfEF5yLoDt1Lo86cMrNFIDe3McDQpuHwzKtIXcjZ8YCH5Dsga8LD9KAsoIPTwf13ncdTtTN4zEgU/s400/Carameletti2.jpg)
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhIkqkCLlmVyGPTgE34Fxia4szdIOduRoaCvd2PneDkscu9W0j5wl1NghEt8WX1eKLGV_sgwHzt4Gt-y7TDH7r5VcyTmDJ3CTnVWi7RiM6vGJ_LlXV1Y3hXSVO0vl5GFnOY_hWPvCDpreI/s400/Carameletti3.jpg)
...pero dado lo complicado de los malditos pliegues, y la tardanza de nuestras manos haciendo los ricillos (y acunando a Jikito cada tres por dos), de pronto la forma varió a una especie de caramelo envuelto con celofán. De ahí lo de los Carameletti...
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjeGN4JRpZHiKMHvJ9JihGUh5CXT8mrZOOnyNPeLMDx6LaeaOV0pE_fdN83jlG1DZGo0UF0_V3mPmsIX_RlTbsde31lnD89cVM-futZrFQSFcqklQvwPq1ekHx_vmFGjPdJg_2yoKGRRt8/s400/Carameletti4.jpg)
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_T8sD7ZKurZSoe3iDkvhD0czMjXLcM_hT8or2dO99lP8WHnbXci9ADOfFUOWvSjfOZhH69u96mLy7sqkR2K22qk-iJVM1wJQ_9IlGWpoK0CRPTRBW1apdEh0RsEcISmC7ba4ZdvmlAEI/s400/Carameletti5.jpg)
A este paso las revistas se van a paseo: ponemos un restaurante. Casa Mateo.
JikitoDuende está listo
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJjXhXobSkLmpwcwFbt79bCH8HpV0x3xcRDzuK1ia1aoshlOEh42SMxv3zz0V_gfgvCBoJmEdjPBdY5FoxNkPZT_czulc9eNd-UT6ZMeNu_h6WUKfc0Dw9UXAO-mzm1x3hGuSmEahsZNs/s400/JikoDuende.jpg)
Se convirtió en duende esta mañana (o a lo mejor ya lo era...) y, abandonando unilateralmente su rutina de duermo-como-sonrío-duermo-como, nos dijo, bajando las escaleras y sin una sola palabra inteligible (y, sin embargo, le entendimos): estoy listo. Escuchamos el mensaje, aunque no entendimos su significado. ¿Listo? ¿Para qué? Mientras le mirábamos Jiko y yo, tratando de descifrar aquello, JikitoDuende juntó en un mismo gesto una sonrisa, un mohín de cabreo y un arranque por soleares, vomitó sobre su nueva vestimenta de duende, me posó una mano (con todos los dedos junticos) sobre mi brazo (mientras yo sonreía a JikoFotógrafo pensando que todo era normal) y entornó los párpados. Me duermo, dijo en el lenguaje duende. Así que, hipnotizados (los duendes producen encantamientos), desconcertados y diligentes, le metimos en la maxi-cosi con edredón para que diese buena cuenta de su siesta del carnero.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg1uuFkcKnNszJjzi_LxGj6PO2E9iWu1psbwE39L0wmgvHu9wpbwu9bYd7Xg6jooeMWxhxd-2WmmkR4SgC31VbNJih9n84-oVJpSobLYqNms4rsbGHquUANwGxGNBSzfRydt7_JuDtAC7A/s400/con+el+duende.jpg)
No habíamos terminado de colocarle cuando abrió los ojos y, de nuevo con sus letras extrañas que entendemos perfectamente, dijo: "Ahora quiero jugar". Pensamos (mientras le acercábamos la oruga-sonajero-que-cruje): ¿hay duendes tiranos? Debe ser que sí, porque en esta nueva fase de 'duermo mucho por la noche y por el día estoy más espabilao que el DuendeFiestorro', nos trae locos con las actividades exigidas a base de manotazos, puntapiés, pequeños y grandes gemidos, aaauuuuuuses, gritos y alharacas, y hasta carcajadas, que emite en momentos que nos hace dudar de si se ríe "con" nosotros o "de" nosotros. Tratamos de mantener la dignidad e imponer métodos didácticos que nos aseguren un papel en todo esto. Pero no hay duda: hay duendes mamoncetes (y babosos, también, que se levantan un buen día estrenando manía: llevarse tooooodo a la boca). Así que hoy vamos a Fnac, a ver si hay un diccionario duende-padres que nos de pistas y una estrategia no nos despite.
PD: ¿Que para qué estaba listo? Ahí va: para TODO.
lunes, 5 de noviembre de 2007
A por setas
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEizigvGJT473E4m7gPFiBG2Kn_Xhd81pByeek9Ry_QPoym_kVT0OCP8B0tTc4p_gJ6_WY2RgwakRO6JZuO620yKAu1Q5_A-_OuFUY5g62DF-9axXg6kjG1zqbeCCg9jFJ2qwaagT6tI2YE/s400/A+por+setas+copy.jpg)
Llevamos a Jikito a Bernardos (Segovia) por primera vez. Y se lo pasó pipa (como su madre desde hace años), taaanto sol, qué gusto. En primer lugar, y con permiso del paseíto por el pinar, por la cara que todos pusimos durante esa comidica impresionante (como siempre que nos juntamos con Javi, Bea, Rodrigo, Pilar y Diego, y eventualmente, el tío Miguel), no sólo por los aperitivos que preparó mi tía Carlota, alías Pilar, alias mamá de Bea (morcillita del pueblo, pisquillas, níscalos con guindilla... nosotros llevamos paté -que Jiko acompañó con la elaboración de una mermelada de cebolla hecha allí mismo- y queso Gerber gratinado con miel), sino por ese corderito lechal asado en el horno de la panadería que nos dejó a todos (incluida la pequeña Ana, aún en la tripa de Bea, pero ya consciente de lo que le espera en el pueblo...) con el mmmhh cosido a los labios (menos a Rodrigo, que hubiese preferido un filete con patatas y más ganchitos, ayayayay). De postre, pa rematar, un ponche segoviano que nos quitó, si la hubiera, hasta la última gota de rencor. No tuvimos más remedio que irnos a andar, camino a los arenales, para poder digerir aquello y seguir con vida. Y fue allí donde Jiko se plantó a Jikito sobre los hombros y se lo llevó a buscar setas, que fueron finalmente tres o cinco rebozuelos, pero que le valió a Mateo su primera sonrisa campestre.
PD: Tenemos madurando al sol unos tomates nacidos en el corral que van tomando un color (y un olor) rico rico... Gentileza, cómo no, de la Tía Carlota, que nos sigue alimentando incluso desde la distancia.
Salsa de ToMateo
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhADxlG6kwPdS3EndVOTYZe0Nr_HjPoZ9Mg2lRl6Iwoim7qjKranxO8tmLG-DeS5OkQYmDMrRW8tUa6TuN3pu_1JQmNn9xMiKHWGDfHhacX6sa-iG_L-2aH790RI0hOhdcmg21Fkxq3eo8/s400/tomateo.jpg)
Mi Jiko, que además de cocinitas (sibarita) es diseñador nato (todo en esta vida es susceptible de diseñarse), acaba de "crear" su propia salsa de tomate, para pasta y para pizza (que también elabora él artesanalmente), y su propio diseño de envasado. Todo comenzó cuando un invitado a cenar pizza casera comentó "Veo que todo lo haces tú menos la salsa de tomate..." (Miguel, le mataste). Eso a Jiko le llegó al alma y desde entonces navegó y buceó y olisqueó posibles recetas dicomuenas en libros ilustres e internet. Dio con una que le moló y, por supuesto, le puso su toque personal, tanto en los ingredientes (tomates pera naturales pelados, ajo, cebolla, comino molido, cilantro molido, tomillo, albahaca a cascoporro, sal, pimienta y una pizca de azúcar) como en el nombre, que babea paternidad en el cambio de "tomate" a "tomateo".
Este de arriba es el resultado: un frasco reciclado de yogur, esterilizado para el correcto envasado, con su etiqueta "made in Marca" y con un relleno que quita el sentío. Doy fé (de lo rica que está y de la suerte que tengo).
PD: En estos momentos se elabora en la cocina una nueva versión de Salsa Marca: la, a partir de ahora famosa, Salsa de Pesto alla Genovese. Imagináos la etiqueta.
jueves, 1 de noviembre de 2007
Jikito le echa morro (y aprende a jugar)
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjax-FaBVG9Wt3VsuBTkYjT3o9gtSQe4oHBbn4ae8dXTVBJG4OJ0MkMklhSbM_rfCAayacoyqZqW4cFBs2yBSh0hK02mge6fsfoYAYR65_EHKymT81ZrdemYNWwgGQhHdZ_k3njdtts7xs/s400/Morritos.jpg)
Hace unas tres semanas, pusimos a Mateo sobre una de esas "mantas" de colores con cosas que cuelgan y que crujen y que brillan y que son blanditas y molan. Fue un fracaso total. Por más que le acercábamos la manita o le poníamos uno de los muñecos colgantes delante de las naricillas, él nos miraba a nosotros como diciéndonos pero qué demonios os pasa, señores, basta ya de hacer el tontuno. Lo volvimos a guardar. Pero el otro día, Jiko saco una de las varillas, verde, y la colocó en forma de arco sobre la cuna, de forma que le quedaba a la vista y al tacto de su cabecera. Y qué cambio: Mateo decidió que ése iba a ser su primer día de juego (nosotros mirábamos desde lejos, mola verle cuando cree que está solo):
Primero se quedó mirando. Un buen rato...
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgeaBU0dUpNO4tsg72KJJFD2zUO8Yl5JMFpRljDTYkXtLrcFTkUr6KQ2UqjTmXkqN3WhOsp3UVwkpE7XCeCHmbpuk0UUGiap9K5AuQm0VzQg3j76tUyGQ1WHs7jvsBKhx6_qNXl96tAXSE/s400/Mirando.jpg)
Luego empezó a mirar más rápido, primero una cosa, luego otra, y comenzó a sonreír...
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjLRkHomPNN7Y7rcKI1raD81EyLJUIII8ydaYYaG5LYHz-GTeudiUpwDDvWfXBKjujEdhC8vuIr3YPtxEuUylmBnp_55sw4J3ZzI3oSzizt65J3NsCxxUfoNKQN-rvzMAagRYiZGzbrE88/s400/BarraVerde2.jpg)
...hasta que la sonrisa fue carcajada y se dijo allá voy y entonces comenzó a dar patadas y manotazos y risas y aaauuus enooormes. Estuvo un buen rato, él sólo, dando gritos a la mariquita con ruido y a la flor con espejo:
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjT4J4gVmDif6jRzKNyd2aa1szLlSll03hvfoaMzwBRHk7Ngg6MRYd-DsSUvLdp9LiZFX6BYGF4EZVIExElu8Rlh-HtN5Ak_5uG9jq0D5ePevNCklVd_4BWTOQ1WphYdL_G_mnEAKXsLF4/s400/borrosa.jpg)
Desde entonces cada día, después de comer, juega un rato a su bola. Es alucinante.
martes, 30 de octubre de 2007
Retrospecterrrr (by Jikos)
Tenemos que revolver el tiempo de algún modo: casi un año "encerrados" en casa y estos tres meses últimos pendientes de nuestro Jikito nos han convertido en individuos peligrosos que, o bien encuentran un pasatiempo inocuo, o bien, cual Michael Douglas en Un día de furia, cargan la escopeta contra todo lo que se mueva, incluidos ellos mismos.
La idea de hacer nuestro propio Retrospecter (técnica copiada de La Hora Chanante que consiste en doblar tú mismo escenas de pelis antiguas) fue de Jiko, capaz de hacerme morir de risa con esa forma que tiene de hacer suyo el acento y el tono híbrido entre Chiquito de la Calzada y Flo (el gran Florentino Fernández en su época Mississippi) haciendo de Chiquito de la Calzada y Crispin Clander ("te lo juro por Pete Sampras..."). Me parto.
Comenzó poniéndole voz al Conde Drácula de la peli Abbott y Costello meet Frankenstein (imaginaos la escena: yo haciendo cosas en casa y Jiko, con auriculares y micrófono en plan teleoperadora, hablando raro...), me enseñó el resultado con la intención de hacerme de su club... y al final, a pesar de mi resistencia (me puede la timidez y el desconcierto...), consiguió que me sentase a su lado y pusiese voz tontuna a la damisela de la peli. La verdad, a pesar de mis dificultades, a pesar de que Jiko se desesperaba con las mil interrupciones de mis risas y de mis silencios repentinos (justo cuando me tocaba hablar, claro), a pesar de que Jikito se despertaba justo en pleno doblaje, la experiencia ha sido la coña padre. El resultado, como sus galletas o su tiramisú, está pensado, cocinado y horneado por Jiko, en su nueva versión montador chanante. Espero que esta sea sólo la primera entrega.
CONSEJO: Poned el volumen al máximo.
PD: Primo Pedro, se admiten colaboraciones...
lunes, 29 de octubre de 2007
Pitufos (y broncas) a cien pesetas
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjapIIcbAfCYPsvZx_BG1m5pyOjZfHiAiMqbqXKmjX_OWmZ6cZm0F3V2aIo_ZCIQdttIdbKwlTn8CYijKoK311-lNzTL0kYqnJjw9lrGAdASoW3IX3pU1-Mts4L9TtYFZEmUnXkx2rmUps/s400/ConPelota+copy.jpg)
Lara y Miguel llegaron a casa con ganas de oxígeno (malditos cuatro pisos de escalera...) y un regalito (formativo) para Mateo: esta pelota de colores y ruidicos y huequitos para meter dedos y más babas... Exactamente el mismo regalo que nosotros habíamos traído para Miguelito, que hace nada cumplía un año. No fue la única casualidad de la noche: ahí queda el pijama a rayas que Lara y yo gastamos desde hace tres siglos, más o menos, y otras cosicas que nos hicieron reír mientras Mateo dormía como un cesto. La verdad es que, sí, fue una noche de risas, muchas risas: desde la preparación de las pizzas caseras (y la trepanación de tres dedos de Jiko, que sumó tomate a la base, ups, y que terminó la noche como un anuncio de tiritas, pobre...) hasta los diálogos sobre gemelas, broncas por encargar -a 100 pesetas- pitufos a la persona menos indicada (¡muerte al pitufo de la cervezaaaaaaa!!!!), granjas frustradas, año (perdón, mes) sabático, parecidos razonables ("ya te lo decía yo desde pequeña..., lo de Uma"), recuerdos de cole, encuentros con maestras a la caza del huequillo entre dientes (puajquéasco), lenguajes modernos ("yo ya se hacer eso de mandar un paquete..." = archivo adjunto) y la promesa de una visita a Palma que ahora nos apetece, incluso, mucho más.
Miguel, fue un placer conocerte (y te reconocemos el mérito: aguantaste estoicamente y con humor y ganas ese cansancio de curso sin cobertura...).
Esta recuperación, Lara, está superando, con mucho, las expectativas. Da gusto.
Vuelven las noches
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhEQKyWahEiaJlg2aGqAz0xRoBgNhPSYWyUP2DPFJldSfTVomdVS3JpJfpxQ1ej_ng3th_Xtne0HG8zFfcSXLYvmsSwroQm21U7E93Rl0kTPVlrNJZuatyvnEiBWOtBX7nz6ZAzdqT8viA/s400/DeMarron+copy.jpg)
Se hace saber:
Que Don Jikito, consciente de los nuevos cambios horarios, decide, por su cuenta y babeo, hacer efectivo un nuevo modo sueño en nueva franja, a saber: desde las nueve de la noche (coincidiendo con el recuerdo cercano del baño calentito, masaje con crema, pañal a estrenar y la ingesta de 210 centílitros de lechecita rica) hasta... ¡¡¡las siete y media de la mañana!!! sin más parada para su señora madre que una o dos reposiciones de chupete, que tiende a salir volando en algún que otro sueño inquieto. Resultado: menos ojeras y más ganas de jugar a lo que buenamente surja durante el día, por ejemplo, a los discursos llenos de vocales. Aaaaa-uuuuuu....
viernes, 26 de octubre de 2007
Mi mujer es un sombrero
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhoNS-Q6RQOF0Uba9uImvJXiSjwaKHDz32lzObPHs5ZJwG2XjpwWQ_EIur-FY1XEzc5p5XYzUfeF32VgD0_o5Agdk8nXcwl0jKXs-lTxH_jRQ1JNFVEJOSjDberpmmB0HnC1fguEOUoBmo/s320/cerebro2.jpg)
No se si alguno de vosotros tendrá en su entorno a alguien con un problema psicológico, psíquico o neurológico. Yo, salvo un caso de alzheimer relativamente cercano, no. Pero siempre me ha parecido un mundo apasionante... y aterrador: cómo una desconexión, una carencia, una presión en el sitio indebido, una pérdida o una fisura en algún recoveco del cerebro pueden convertir a una persona inteligente y lúcida en alguien (igualmente inteligente pero) perdido en una percepción distinta, ya sea del tiempo, del espacio, de la propia memoria o, peor aún, del propio yo.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiXVNK48tqTDar6nJHESiMQ5Ptvswa4IL-u8f2dlZEPW4tq_k8Iv0vbWd5RqHE_7qyb8uUvvNdiVhE9QvcpjAdErylYwSKwUTVK8ou7DdUxDF9FWoO0Zgr1XNuwaWrF9VFbW8xYTa7vAAU/s320/sacks.jpg)
El doctor Oliver Sacks (éste señor entrañable de aquí arriba), hombre cercano desde su posición clínica (es neurólogo y escribe con una calidez increíble sobre sus pacientes), ha dedicado su vida al estudio y tratamiento de personas con este tipo de problemas, y ha tenido la buena idea de transmitir sus conocimientos y, mejor aún, sus opiniones y sentimientos, en varios libros. Uno de ellos, Despertares (1973), dio lugar a una película en la que Robin Williams se metió en su carnecilla. Otro, titulado El hombre que confundió a su mujer con un sombrero (1985), me tiene fascinada y atada a sus páginas. No os voy a dar (mucho) la brasa. Sólo quiero comentaros uno de sus capítulos, el que da título al libro, sobre un músico al que Sacks llama doctor P (nunca utiliza nombres reales, obviamente).
El doctor P era un músico muy considerado que daba clases en la Escuela de Música local (en algún lugar de Estados Unidos) y que un buen día comenzó a no reconocer las caras de sus alumnos. Cuando uno de ellos le hablaba le reconocía por la voz. Es más, comenzó a ver caras donde no las había, por ejemplo, en un perchero o en un armario, a los que podía saludar afablemente y ante los que se quedaba perplejo al no obtener respuesta. Como su capacidad para la enseñanza seguía intacta e igual de brillante, no sólo sus alumnos, sino también él mismo, tomaron aquellos episodios por despistes divertidos y quizás un poco excéntricos, nada grave. Tres años después, al doctor P se le diagnosticó diabetes y, como consecuencia, se pensó que sus problemas de "vista" ya estaban explicados. Nada más lejos. El oftalmólogo le examinó y no vio ningún problema en su vista. Aunque le aconsejó que visitara a un neurólogo porque, dijo, lo que sí podía tener afectado era "una parte visual del cerebro". Así fue como P llegó a la consulta del doctor Sacks.
Cuenta Sacks que en esa primera visita se quedó alucinado. El doctor P era un hombre lúcido, divertido, amable, educado, que no sabía porqué estaba ahí (decía que él no tenía ningún problema con la vista, pero que últimamente la gente le decía que cometía "errores"). Sacks se dió cuenta enseguida de que había algo extraño en su mirada, es decir, era como si fijase su vista en puntos concretos de la cara que tenía enfrente pero no "comprendiese" el conjunto. Sacks le enseñó una foto de un paisaje y le pidió que le contase qué veía. P habló de algún color, algún detalle, pero fue incapaz de describir la escena en conjunto, es decir, no podía ver algo en su totalidad. Durante el examen neurológico rutinario (el que comprueba los reflejos, la coordinación, etc), Sacks observó alguna anormalidad en el lado izquierdo de P. Le quitó el zapato izquierdo para rascarle la planta del pie (como parte del test) y al terminar le dijo que se podía calzar. Sacks dejó pasar unos segundos y comprobó que P no se calzaba. Le ofreció ayuda, pero P no sabía de qué le estaba hablando. Efectivamente miraba hacia el zapato, pero no podía verlo (bueno, verlo sí, pero no "percibirlo" o "reconocerlo"), hasta que finalmente se señaló el pie. "¿Este es mi zapato, verdad?", dijo a Sacks, que lo negó: "No, ese es el pie, el zapato está ahí". Y P, sonriendo, dijo: "Ah, creí que eso era el pie". Sacks flipó, sabiendo que este caso le iba a poner a prueba.
El doctor P continuó yendo a su consulta, a veces acompañado de su mujer, testigo privilegiado de los "despistes" diarios. Un día, al terminar la sesión, P comenzó a mirar en torno buscando el sombrero. "Extendió la mano", escribe Sacks, "y cogió a su esposa por la cabeza intentando ponérsela". El pobre P había confundido a su mujer con un sombrero.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh9y3xDA_hA0RFubzo1fruZ22cIJNP-ZiM_jiaNU_I1a55XBVNjZ2W6EGCdqGGofgxxxxYnzOwSeVgLDXAOLJ84n0fCjF5eJP6_x35LFGL-NmlWi_MzajZI0tr_Mo256hTahZrqBX2OpxU/s320/recomendados_oliversacks.jpg)
A pesar de que me he pasado tres pueblos con la extensión de este ejemplo (es que me emociono), el capítulo es mucho más largo y detalla muchas más visitas de P al doctor Sacks, y de las conclusiones a las que éste llega. Son demasiado complejas como para ponerlas aquí, pero aún más interesantes, así que si os pica el gusanillo (de ésta y otras historias parecidas, como la de la mujer "descarnada" que tenía el "cuerpo ciego"...) ya tenéis excusa para daros una vueltecilla por Fnac. Yo ya he vuelto para pillar otro librito de Sacks: Un antropólogo en Marte. Ya os contaré.
miércoles, 24 de octubre de 2007
24 de octubre. Tres meses con Mateo
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgvwyO5LSk2H9gsTEO38pwdJDOuMyf_39z685SzJQ456gYJp8oRvjvdRg-5kEiTnoex4JaCKoak6LG_MaitQ2uKQq0znfDWYQQp_mKEuZCiBOEhLD_xC1MlL1FAdojSS-3uGhXowrYZNYU/s320/P1060092+copy.jpg)
Le hemos cantado cumplemes feliz y se ha reído con dos vocales, aunque se habría reído igual si en vez de felicitarle le cantamos la musiquilla de ceseí. Mola esta incondicionalidad.
Desde el 24 de julio, Mateo ha hecho un máster de aprendizaje básico: comer (beber, chupar), dormir, mirar, sonreír, reír, tocar, balbucear, potar, babear, gritar y proyectar eructos como tornados.
Creo que nosotros, en ese máster, hemos aprendido una vida entera.
En un plano más terrenal: le hemos regalado (aprovechando el primer día frío en Madrid) esta funda de invierno para la maxi-cosi. Digo yo: debe molar ir por la calle envuelto en un edredón. ¿No?
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg-8blPdgziNp8ASdDRWUGODwXV0wi2Bm__vgV8SJcSCa1Sp_2QjNfV52XVu5m5XiVEJ6Rv6mHH6Q_WQSEskPsFoGkbXoPPZVu1dIGAB-X9EkQ72Z8cuYmWe9U161vqJl1PKDyxexNAquw/s320/MaxiFunda.jpg)
viernes, 19 de octubre de 2007
El libro de los conejitos suicidas
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj0shYnLy73Kf5yxAWOOe1u3c2B66xuMaSAEkojfMQkA_0H5QFOD3X6hqQE5UwC1SXkiySCXkdAlyZ7LJx06K-B__LlvrYDmrLRrOggHym1mK0u0A9bFGSLbxOjPTKLbnu4jTSqBIrB3Zw/s320/conejito.jpg)
No se cómo será el tal Andy Riley, el autor de este curioso y desternillante El libro de los conejitos suicidas que el otro día busqué y encontré en FNAC (o "la-afnac", como digo yo -mal, lo sé; es como decir "la amoto"...- Jiko siempre me corrige y siempre se ríe). No se si es un cachondo o un sádico, o ambas cosas. Pero viendo las formas en que ha imaginado (y dibujado) a un conejito suicidándose da qué pensar... (el director Richard Curtis ha dicho sobre este libro: " Muy imaginativo, muy divertido y muy preocupante si eres la madre del autor". Pues eso). El tal Riley, guionista de cine y de televisión y autor de la tira cómica Roasted en The Observer Magazine, lo explica en la portada: "Pequeños, peludos y suaves conejitos que no quieren seguir viviendo".
Ésta viñeta que he escogido es el primer suicidio conejil que vi y me hizo reír (también me dio pena). Pero hay muchas más, a cual más cruel, a cual más hilarante.
Creo que a Mateo le hará reír... en su momento... y sí, puede que sea demasiado pronto para tanta crueldad, pero ¿no nos merendamos nosotros el asesinato de la madre de Bambi, el encierro de Dumbo o el accidente cardiovascular de Chanquete? Los conejitos suicidas, por lo menos, no tienen una pizca de ñoños.
Jikito en la peluquería
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEihUteMJawZuzt4LSzAMXenxwVMwO4bqaHAQgV_cYia-t-L9mzcwrwNCHrVSudy32kYOIA_BsqSKt-Yipj87_tqnrjE1lJrvkULkhPUEil7DG_QRBHf6lLCmr5ea3CAqaiFpI87pD7xJn0/s320/peluquera.jpg)
Resulta que, finalmente, Jikito nació con cresta. Solo que la cresta no estaba donde tenía que estar, sino en el cogotillo. A Jiko y a mi nos gustaba mucho, pero Mateo pasa taaanto calor que nos decidimos a cortarle el pelo. Claro, no en todas las peluquerías cortan el pelo a un bebé de dos meses y tres semanas, así que nos costó encontrar una, cerca de la calle Limón, al lado de casa, donde una señorica dijo sí, sí, no hay problema.
Me senté con Jikito encima y Jiko detrás, mirando primero con curiosidad, luego con temor, al final con prisa. Porque la señorica en cuestión decidió hacer una especie de performance al estilo Eduardo Manostijeras, con la tijera volando vertiginosa por la cabecita de Mateo haciendo trasquilones a toda leche y sorteando las orejas como Alonso por un piano. Buff, qué sudores.
No la dejamos terminar. Y huímos tan deprisa que nos dejamos la bolsa. Era cuestión de oreja o muerte.
miércoles, 17 de octubre de 2007
Jikito en movimiento
Nos dijo el pediatra que le pusiéramos boca abajo. Que así fortalecía músculos y conciencia e intestinos. Y aquí está la prueba de que somos obedientes (y de que Jikito busca el equilibrio a pesar de su cuellecito de goma).
miércoles, 10 de octubre de 2007
Cachorro humano
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjswGurMmHGawJzMvTzP6xgKXLFWoAxb67I6aCsE2drrmNJ7Ea2VMWNqXCpixBt79hkYWoajjeIqEsuJGoMHIuhhw7V1zJ090gVozopKOMWhjmTNkkwhrYKnU5zzGtPUgDcgiRrQ5opeFU/s320/mowgli.jpg)
A veces llamo Mowgli a Mateo porque es mi cachorro humano. Esta noche ha sido más cachorro que nunca: se la ha pasado encima de mí, haciendo ruiditos de eso, de cachorro, dejándose hacer, buscando huecos en mi piel para meterse dentro, todo blandito por culpa de la fiebre que se le ha subido a la chepa gracias a las vacunas que le pusieron ayer. Casi me cargo a la enfermera hijadeputaasquerosaperra que le incrustó las cuatro banderillas en sus muslitos, con tanto arte como una jodidarejoneadora y menos suavidad que una lija del siete. Ya se que es su trabajo, pero me cago en tó, que tía más seca. Javier me dijo "eres muy madre" y se reía un poco de mi cara antes de entrar a la sala donde le iban a pinchar, pero es que yo no sabía, hasta ese momento, lo que significaba eso de "me duele más a mí que a tí". Reíros, llamadme tonta, exagerada... y tendréis razón, pero joder, qué mal rato (creo que más para mí que para Mateo: lloró muy fuerte, pero le duró poco el berrinche).
Esta noche, cuando le abrazaba y tocaba con mis labios su frente, termómetro va termómetro viene, me acordaba de la carita que puso justo antes de echarse a llorar, cuando sintió el primer pinchazo (fueron cuatro) y casi no entendía qué estaba pasando. Cómo me miró.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhdSjXHkdEpUxOq-eijLZq_-GjBaX7VoQYPB-0l-mjUMy5P9t0aHOc3BQ9dFbebo_o13rgKJ312n6WGYvduHcu5hpRjKFFCfRPM6y_6fqOVmOGrpG1ige0GTBNw21LFAii4rFwrB7gNvFw/s320/P1060013+copy.jpg)
Salvo lo de los pinchazos, la revisión del segundo mes fue divertida. Los datos del percentil ("percentil" me suena como a tamaño o edad del cordero o algo así: "el kilo de percentil está a catorce euros" o "asado de percentil al tomillo") fueron normales para su edad: pesa 6 kilos y mide 58 centímetros. Y el informe de la psicóloga (¿una psicologaaaaaaa? Pues sí, así se las gastan ahora con los bebés de dos meses y medio: con un sonajero son capaces de saber si el niño está atento y es feliz, manda huevos) fue estupendo (digo esto con la confianza que me inspira el susodicho sonajero como instrumento de medición, en fin).
Ahora duerme encima de Jiko y parece tranquilo. Está feliz, y no tenemos sonajero.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)