viernes, 10 de abril de 2009
Guiñol inverso
El caso fue éste: al empezar el teatrillo, todos los niños se quedaron inmóviles en sus taburetitos, absortos con el relato y las marionetas. Mateo, alternativo, cogió su taburetito, lo llevo cuidadosamente hacia el escenario, se dio la vuelta y se sentó mirando al público. Se dignó luego a acercarse más a los espectadores (como muestra la imagen inferior), pero insistió en mantener el sentido de la marcha. Su padre, en cambió, gritó como el mayor de los niños cuando el pirata dio caza a la doncella.
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3 comentarios:
Post-It mental: enseñar a Jika un par de cosas de Photoshop.
Jajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajaja..... Siesquelohicerapidito!
Cachis!!! Que he vuelto a entrar con tu cuentaaaaa! Que soy yo la de las risas de arriba, claro.
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