
Qué ganas de juntarlos más. Estas fotos, rescatadas de pronto de una descarga de cámara antigua, son de Navidades, más o menos, y supo a tan poco... Enak y Mateo, comedores compulsivos de teléfonos y tiburones de plástico, son primos o primos segundos o tios primeros. Y hay algo especial en estar Silvia y yo sentadas en el suelo jugando las dos con nuestros hijos cuando no hace mucho estábamos en el suelo jugando a secas, seguramente rodeadas de cuadros de toros y flamenco de fondo (me se de uno que disfrutaría horrores con sus dos bisnietos...).
Prima, qué gusto. Y qué pena que estemos tan lejos. Ya esperamos la próxima: es dentro de poco ¿no?


No hay comentarios:
Publicar un comentario