Omar y yo nos descubrimos sentados a menos de un metro en la redacción de Cinemanía. Hace algo más de 7 años. De compartir reportajes, encargos y marrones anguleños pasamos a contárnoslo todo. Fueron años estupendos de rutina y trabajo, de carcajadas y cigarros, de confidencias y cierres, de complicidad y llantos, de bajones y parques acuáticos, de musicales y mails descacharrantes. Ahora, desde los cambios en ese rutina, nos separan cuatro calles y una plaza, y nos junta todo lo demás. Así que, antes de nacer Mateo, Omar ya era su tío. Esto es lo que le escribió nada más nacer:
"Hola Mateo!!!!!!!
Bienvenido al planeta tierra. Tendría que empezar por presentarme. Aún no me has visto y no me podrás ver hasta mañana, ya te explicaré por qué. Soy el tío Omar. Alto, panzón, cuarentón, con gafas y quiero muchísimo a mamá Escami (así le digo, eso ya lo constatarás). Yo, como mamá Escami y papá Javier, trabajo en esta cosa rara de hacer revistas. Porque tu ves a mamá Escami allí alimentándote cada vez que tienes hambre pero ella no ha hecho siempre eso, en buena medida, porque tu no estabas por aquí con nosotros. Pues yo hacía una revista de cine trabajando al ladito de mamá Escami, y siempre me pareció una profesional a prueba de balas y una amiga entrañable. Tan entrañable y cercana que me ha contado ya muchas cosas de ti, desde que eras más enano que un carácter de este mail, después de las pataditas que le metías y alguna vez habrás escuchado mi voz chillando por ahí. Hay una cosa maravillosa, y relativamente nueva, que se llama teléfono móvil, con el que yo soy un desastre, y sirve para hablar, mandar sms y para recibir fotos, así que ya he visto tu cara, y de entrada, déjame decirte, que me pareces un encanto. Ahora te voy a explicar por qué no me conoces todavía. Este mundo es grande, Mateo. Ya verás. Y a mi me gusta viajarlo y ahora mismo estoy en Burgos, una ciudad lejana de Castilla y León, a la que no deberías venir nunca porque es un coñazo. Eso sí, pásate un día a visitar la Catedral, que está bonita y sal pitando. Y por esa razón no me has conocido pero te amenazo con que me conozcas mañana. Esa es la misma razón por la que no estuve en la boda de tus padres y probablemente la misma por la que no estaré algún día cuando cumplas años pero eso no tiene nada que ver con el afecto, y se va a solucionar cuando seas más grande y entonces te lleve conmigo a los viajes. A mi me gustaría que fuéramos amigos y espero caerte bien. Hay un montón de cosas de este planeta que no sabes, y algunas va ser que son horribles, pero si puedo ayudarte en tu descubrimiento, estaré encantado de enseñártelas. Abajo tienes mi mail y teléfono, que está activo las 24 horas para lo que se te ofrezca sea lo que sea. Hay algo importante que no debes olvidar: tus padres son maravillosos y van a hacer de ti una persona cabal y fantástica, y yo siempre estaré por ahí pululando para poder verlo y echar una mano en lo que pueda. Conmigo puedes contar...
Te mando el primero de los muchos abrazos que espero darte durante el resto de tu vida.
Acabas de asomar tu cara al mundo y ya te quiero un montón,
el tío Omar".
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhL9z8S5XhYAKSG9WqPMdEC3j0VgRMW_O_ejsCYc5EcEDC3lrNAC6eDkeeJsBLyRzBkLeUaRSvWiqhVgWpg0eRV7CYB2OJe2WeVI45sXFW0M2NslQL2pB8la1PZZn2x9RMt7QIaXt5NB2c/s320/P1050235.JPG)
PD: Y yo te quiero a tí, pajarito.