
Es la monda. Toda la vida viendo en la calle estos chismes horribles y estridentes en forma de coche, avión, moto o caballo (como éste) y resulta que estaban ahí para, previo euro, jaja, hacer que un niño se parta de la risa y sea feliz, lo que se dice feliz, plenamente feliz, pensando, qué se yo, que eso es, de verdad, cabalgar.
Me comía esos dedos atrapados en la manga del jinete.
1 comentario:
Cabalgar de verdad en su caballo rubio fuego.
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