sábado, 18 de octubre de 2008

PierreDePotro & Jikos


En esta foto nos estábamos despidiendo de nuestros "PierreDePotro", hace ya ¿un par de meses? Desde entonces les hemos estado echando de menos... las fondues en su casa, los picnics en el
juancarlosprimero, las pizzas en la nuestra, mil paseos, planes y, sobre todo, ver a los pequeños echándose el ojo (y las manos) al crecer. Así que cuando una de esas tardes de medio-despedida nos invitaron a pasar una semana en Ayamonte dijimos sí sí sí más de tres veces. Hubo retraso, deberíamos haber ido a principio de septiembre, pero allí nos plantamos, por fin.


El relato de esa semana estupenda y tremenda a la vez se irá desgranando en las siguientes entradas (el suero hay que beberlo, como dice Juanjo, en pequeños sorbitos), pero me quedo con esta tarde de playa en Islantilla... bueno, sin exagerar: tarde, tarde, no. Fue como una horilla a la orilla fresca, a pesar de la luz naranja y caliente que mejoraba la calidad de la camarucha del móvil. Un gusto, a pesar de que también imaginábamos con ganas ese mismo momento pero en verano, todos dentro del agua, Mateo nadando con Paola y Laura. En fin.

Cambia barba por chupete, suma (o resta) años y... ¿dos gotas de agua?


Aquí los tres: yo oliendo el mar, Mateo señalándolo y Luc aún a oscuras...


PierreDePotro, anfitriones cálidos como siempre, al completo: Pierre, Paola, Lauri y Mari Carmen... Memorables los abrazos de las niñas y Mateo en el paseo marítimo...


Y la realidad, en besos, en chanclas, y en paralelo.

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