sábado, 18 de octubre de 2008

Cosas que comimos con sólo pedirlas


¡Cómo empezar con otra cosa que no sea este mollete tostao con tomate, sal y aceite de oliva! Madremía, qué forma de comenzar las vacaciones, con el fresco de las nueve de la mañana, el espacio nuevo de La Fuente, el bueno rollo de la camarera y este manjar simple y perfecto acompañado de un café con leche... demasiado caliente, pero estupendo.

Sigo con otro desayuno, otro día, en otro lugar al que nos llevaron Mari y Pierre: unos churros crujientes y potentes en el puesto diminuto de al lado del mercado (buff, qué mercado...):
Que fuese octubre y Ayamonte no estuviese abarrotado de gente tuvo además otra ventaja: las jornadas y recorrido de tapas organizado por los señores dueños de los bares y tascas, animados por pillar clientela hasta debajo de los salmonetes. Comenzamos por La Vitola, con unos boquerones rellenos de dos quesos (uno de ellos, azul) sorprendentes y deliciosos:


Seguimos con este calamar relleno (secreto de la casa, nos dijeron, y no me extraña que no lo suelten: estaba increíble), acompañado de patatas fritas y arroz blanco:


Y en el siguiente bar, con la bebida (y antes de una carrillada, o carrillera, que de todas formas lo escribían, de llorar de emoción: apenas hacía falta partirla, se deshacía...), nos sirvieron estas camporreal... No es que sea original la tapa, pero no pude evitar la foto porque estaban en el punto JUSTO, exactamente como me gustan: verde intenso, fuerte y brillante, duras como unas buenas botas y sabrosísimas. Siempre acompañadas por pan, por supuesto.


Esta fue la estupenda paella que nos "regaló" la madre de Mari, y no fue lo único: en su cocina enoooorme comimos también un pollo al horno con patatas "en cuadritos" riquísimo, sin olvidarnos del arroz con leche de Mari...


... y de este postre exquisito, puesto sobre la mesa como si nada, del que pellizcamos todos, animados por los comentarios llenos de emes (mmmmmhh...) de Mateo, que se debatía entre su pasión por el queso y su arrebato recién estrenado con las uvas. Al guaje prestole el menú y más aún Luis, el padre de Mari, más asturiano que el pitu caleya... Qué bien nos tratásteis.


Y sin foto...: atún encebollado, tortillitas de camarones, chanquetes con cebolla roja y langostinos, huevos gigantes, lagrimitas de pollo, sardinas a la brasa y bacalao (eso fue en Portugal), pasteles de La Flor de la Canela...

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