
La escena fue así:
Jikito lloraba y yo le intentaba consolar en brazos.
Se cae el chupete y llamo a Jiko para que me de otro.
Jiko se va y vuelve con el chupete en la mano.
Se le va la pinza y me lo intenta encasquetar a mí en la boca.
Estamos perdiendo el norte.
[Desde entonces procuro hablar poquito, por si esto ha sido un mensaje subliminal].
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