
Valga la sesión fotorepetitiva chuip chuip para demostrar la efectividad de algunos artilugios para bebés. Éste es una especie de chupete gigante con una red anti-tragarse-nada en cuyo interior se mete (o introduce) un trozo de manzana o un par de gajos de mandarina o uno de naranja, a ser posible fresquitos-de-la-nevera. Es la monda chuip chuip. Primero le dimos manzana y, bueno, le gustó, pero durante un minuto. Y luego llegó la mandarina, y chuip chuip fue la revolución chuip chuip. Como un vampirito chuip chuip, apretando fuerte con las encías y el orgullo, sorprendido por el juguillo dulce, Mateo chupó, sorbió, se relamió y miró a cámara agradecidísimo por el invento... y por su babero pirata.


No hay comentarios:
Publicar un comentario