domingo, 11 de noviembre de 2007

JikitoDuende está listo


Se convirtió en duende esta mañana (o a lo mejor ya lo era...) y, abandonando unilateralmente su rutina de duermo-como-sonrío-duermo-como, nos dijo, bajando las escaleras y sin una sola palabra inteligible (y, sin embargo, le entendimos): estoy listo. Escuchamos el mensaje, aunque no entendimos su significado. ¿Listo? ¿Para qué? Mientras le mirábamos Jiko y yo, tratando de descifrar aquello, JikitoDuende juntó en un mismo gesto una sonrisa, un mohín de cabreo y un arranque por soleares, vomitó sobre su nueva vestimenta de duende, me posó una mano (con todos los dedos junticos) sobre mi brazo (mientras yo sonreía a JikoFotógrafo pensando que todo era normal) y entornó los párpados. Me duermo, dijo en el lenguaje duende. Así que, hipnotizados (los duendes producen encantamientos), desconcertados y diligentes, le metimos en la maxi-cosi con edredón para que diese buena cuenta de su siesta del carnero.


No habíamos terminado de colocarle cuando abrió los ojos y, de nuevo con sus letras extrañas que entendemos perfectamente, dijo: "Ahora quiero jugar". Pensamos (mientras le acercábamos la oruga-sonajero-que-cruje): ¿hay duendes tiranos? Debe ser que sí, porque en esta nueva fase de 'duermo mucho por la noche y por el día estoy más espabilao que el DuendeFiestorro', nos trae locos con las actividades exigidas a base de manotazos, puntapiés, pequeños y grandes gemidos, aaauuuuuuses, gritos y alharacas, y hasta carcajadas, que emite en momentos que nos hace dudar de si se ríe "con" nosotros o "de" nosotros. Tratamos de mantener la dignidad e imponer métodos didácticos que nos aseguren un papel en todo esto. Pero no hay duda: hay duendes mamoncetes (y babosos, también, que se levantan un buen día estrenando manía: llevarse tooooodo a la boca). Así que hoy vamos a Fnac, a ver si hay un diccionario duende-padres que nos de pistas y una estrategia no nos despite.

PD: ¿Que para qué estaba listo? Ahí va: para TODO.

1 comentario:

Cristina dijo...

Por favor qué hambre!
Nos tenéis que invitar a probar esa delicia.
Besines