![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJjXhXobSkLmpwcwFbt79bCH8HpV0x3xcRDzuK1ia1aoshlOEh42SMxv3zz0V_gfgvCBoJmEdjPBdY5FoxNkPZT_czulc9eNd-UT6ZMeNu_h6WUKfc0Dw9UXAO-mzm1x3hGuSmEahsZNs/s400/JikoDuende.jpg)
Se convirtió en duende esta mañana (o a lo mejor ya lo era...) y, abandonando unilateralmente su rutina de duermo-como-sonrío-duermo-como, nos dijo, bajando las escaleras y sin una sola palabra inteligible (y, sin embargo, le entendimos): estoy listo. Escuchamos el mensaje, aunque no entendimos su significado. ¿Listo? ¿Para qué? Mientras le mirábamos Jiko y yo, tratando de descifrar aquello, JikitoDuende juntó en un mismo gesto una sonrisa, un mohín de cabreo y un arranque por soleares, vomitó sobre su nueva vestimenta de duende, me posó una mano (con todos los dedos junticos) sobre mi brazo (mientras yo sonreía a JikoFotógrafo pensando que todo era normal) y entornó los párpados. Me duermo, dijo en el lenguaje duende. Así que, hipnotizados (los duendes producen encantamientos), desconcertados y diligentes, le metimos en la maxi-cosi con edredón para que diese buena cuenta de su siesta del carnero.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg1uuFkcKnNszJjzi_LxGj6PO2E9iWu1psbwE39L0wmgvHu9wpbwu9bYd7Xg6jooeMWxhxd-2WmmkR4SgC31VbNJih9n84-oVJpSobLYqNms4rsbGHquUANwGxGNBSzfRydt7_JuDtAC7A/s400/con+el+duende.jpg)
No habíamos terminado de colocarle cuando abrió los ojos y, de nuevo con sus letras extrañas que entendemos perfectamente, dijo: "Ahora quiero jugar". Pensamos (mientras le acercábamos la oruga-sonajero-que-cruje): ¿hay duendes tiranos? Debe ser que sí, porque en esta nueva fase de 'duermo mucho por la noche y por el día estoy más espabilao que el DuendeFiestorro', nos trae locos con las actividades exigidas a base de manotazos, puntapiés, pequeños y grandes gemidos, aaauuuuuuses, gritos y alharacas, y hasta carcajadas, que emite en momentos que nos hace dudar de si se ríe "con" nosotros o "de" nosotros. Tratamos de mantener la dignidad e imponer métodos didácticos que nos aseguren un papel en todo esto. Pero no hay duda: hay duendes mamoncetes (y babosos, también, que se levantan un buen día estrenando manía: llevarse tooooodo a la boca). Así que hoy vamos a Fnac, a ver si hay un diccionario duende-padres que nos de pistas y una estrategia no nos despite.
PD: ¿Que para qué estaba listo? Ahí va: para TODO.
1 comentario:
Por favor qué hambre!
Nos tenéis que invitar a probar esa delicia.
Besines
Publicar un comentario