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Estoy llena de miga, corteza y orgullo. También de admiración. Todo por mi Jiko, porque llevo año y medio viéndole aprender en casa cómo hacer un pan tremendo, artesano y masamadre, distinto, en un horno a escala media, nuestra alacena llena de banetones, siempre sombra de harina en el suelo... y ahora su pan lo compra la gente, lo come la gente, lo alaban, claro. Año y medio viéndole tocar trigo en polvo y agua a tientas, buscando, probando, golpeando la masa, observándola, midiendo, tactando, el día separado en tiempos de fermentación, sólo con la ayuda de un libro, de la pantalla... Que todo está ahí, ya, pero hay que buscar, querer hacerlo, saber hacerlo, entregarse. Lo ha hecho todo él solo, siempre en línea recta, ni un doblez: o perfecto o nada. Año y medio dándome a probar, pidiendo comentarios, exigiendo críticas... y dándose de bruces con mis mensajes cortos ("está riquísimo" o "éste me gusta menos"), incapaz de encontrar en mi discurso más miga y más pistas (y yo pensaba ¿no es suficiente pista querer comer su pan a todas horas?).
Ahora, año y medio después del comienzo, es cuando comienza todo: Jiko al frente de un obrador (de milagros), también a tientas con la vergüenza o la humildad, aún con el no creérselo en los ojos y, sin embargo, con tanto aplomo cuando es masa lo que se trae entre manos.
El primer día que entré en [H]arina, que es como se llama "su" tienda, y le vi de blanco panadero, con los ojos distintos por fin tras meses de cuesta abajo, joder con la crisis, cuando le ví así reí para que no se me notase el nudo tontuelo en la garganta. Fue inútil. Cuando me giré y vi el cesto con SUS baguettes, no tuve más remedio que disimular: hubiese llorado y gritado, lo hice un poco, para dentro, guardándome la miga y cubiéndome con doble corteza. Esas baguettes son el final de un sueño y el principio de otro. Me muero de amor y de orgullo y de masamadre. Mi Jiko panadero.
4 comentarios:
Nosotros también estamos orgullosos, ya lo sabéis...
Quién nos iba a decir..
Ya ves...
la mejor baguette de Madrid.
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