lunes, 28 de septiembre de 2009

Empastes y chocolate


Jiko salía del dentista, fuimos a buscarle. Primera parada: una tableta de chocolate, remedio fulminante contra los empastes y contra las meriendas fructosas. Segunda parada: no la hicimos. Anduvimos y anduvimos y anduvimos sabiendo que ésta era una de las últimas tardes de verano.


Mientras Luc dormía en el cochecito, la sombra de Mateo topaba con la de la mano de su padre y mi móvil hacía maravillas con la pobre cámara.


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