Ocho patas, ocho brazos, ocho bocas, ocho cabecitas locaaaaaaas lleeeeeenas de energía sin fin. Qué gusto de rio frío y cascada con corriente, qué gusto dejarnos llevar, echando la vista atrás sin creernos el tamaño de los cuatro. Y qué gusto oírles y reírnos y cenar en el Delia y amanecer todos juntos, que nos es poco.
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