Recuperando a Bárbara

Fue mi primera muñeca, Bárbara, traida por mi madre de Luxemburgo en avión y entregada en mano. Yo tenía 6 años. Lleva años desnuda, desmembrada, despelujada, entre cojines y cajones, desde hace poco en manos de mis hijos, que la querían un poco de lado. Y el otro día la saqué de ahí, de esa caja de trastos en casa de los abuelos. La trajimos a casa, le lavamos el pelo, le hice este traje con una camisa vieja, y ahora está a mi derecha. Y le gusta a mis hijos. Y a mi me gusta. Y pienso en mi madre. Y es un círculo pequeño que se cierra a gusto.