Le miro, le miramos, nos mira y no puede ser. 6 años ya. Golfista y
mosquito superhéroe, Mat crece sin darnos cuenta, cuando deberíamos: ya
habla de otra forma, piensa distinto, mira y observa enfocado. Pero no
puedo evitarlo: cuando veo esos ramalazos de niñazo no tengo que cerrar
los ojos para seguir viendo a mi bebé. Mateo. Mateo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario