Nos enseñó orgulloso su patio. Y luego se quedó frito en el coche. Así que por la noche no pillaba el sueño ni a tiros. Me tumbo a su lado, a oscuras:-Mato, vamos a cerrar los ojos y a pensar en algo chulo... Imagínate el mar lleeeeeeno de delfines saltando y jugando...
-Mejor tiburones.
Él es más, cómo decirlo, de emociones fuertes.
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