
Lo sabe: tener amigos mayores mola. Aunque te atropellen tol rato con la motofeber y te estampen dinosaurios en la nuca. Mola. Luc siguió el rastro a Mateo, Olivia y Mateo (y a Omar, Pepa y Juanjo -cuando se liberó de los bomberos, ains) en esta segunda tarde de cumple. Apagó la vela con el índice, justo antes de llorar por el ardor inesperado. Y probó la trufa. Y los ganchitos. Ay, los ganchitos. Enganchan.









3 comentarios:
Que cumplas mil añoooooooooooooos y que seas feliiiiiiiiiz!
¡Qué bien lo pasamos! ¡Como me puse de gusanitos y de tarta!
Y eso que llegué con una sola imagen en la cabeza ¿podrás perdonarme por el susto que te pegué? Jajajajaja
Ese dedito nos dolió a todos, ups
Jajajajaja. Perdonadísima estás, aún me río acordándome de mi pinta agobiá mirando al cielo en busca de cascotes... Jajajaja.
¡Vivan los gusanitos!
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