sábado, 13 de febrero de 2010

El coche somnífero

Normalmente van chequeando el paisaje a través de la ventanilla. Y comentando. Por ejemplo:

-Mamá, ¿eso qué es?
-Una cafetería.
-¿Y...?
-Allí te puedes tomar un colacao, un café, una cocacola...
-¡Y un vinito!

(Horas después y bajo la luz del interrogatorio, Mato le echó la culpa al abuelo. Cuando volvió la cabeza me reí a carcajadas).

Otra veces, Mateo cree que abre las ventanillas porque hace así con la manita: juntar el pulgar y el índice de forma intermitente. Le hemos hecho creer, control remoto mediante, que tiene magia en los dedos y puede elevar lunas así. Magia es verle a él creerlo mientras lo hace.

Y otra veces pasa esto de la foto: que se ponen a soñar en marcha. Y entonces nos rendimos al silencio. Tan raro.

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