Sirva esta prueba devastadora en la que Mateo aparece en su primer quiebro de travestismo para que TODAS las amigas de las abuelas del mundo se abstengan de regalar ropa a niños nacidos después de la guerra (de Irak). Lo siento: NO estamos agradecidos por este regalo. NO valoramos el nido de abeja. NO entendemos el valor del batista o lo que cojones marque el talle de esta cosa. Y no, NO PERDONAMOS. Mateo, en tu nombre y en el de todos los niños inocentes que aún sufren lazos, fruncidos, peleles y demás algarabías pastelonas de los que vuelcan en el cochecito de su bebé (y en el bebé mismo) sus más tensas y sedosas perversiones estilísticas, gritamos: ¡¡¡BASTAAAAAA!!!! Y como prueba de nuestro compromiso, tras la toma de esta foto, esta prenda indescriptible fue jironizada y lanzada a una alcantarilla de Ortegaygasé.
2 comentarios:
Si querías que llorara de la risa, lo has conseguido. Igual que hará Mateo cuándo sea más mayor...
Pero si está monísimo...me encantan los lazos y la ropita de bebé. Es cierto que más en niñas, y que soy una cursi.
BSS
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