Íbamos en el coche. Despacito. Por Guadalajara (provincia). De pronto, un cartel, un pueblo: Auñón. Y una conversación:
Jiko: "Mira Jika, este es el pueblo del cantante ese, Rafa"...
Jika: "...Sí, Rafa el delauñón".
(Jikito abrió el ojo derecho y me miró desde la maxicosi antes de volver a dormir... qué-pensará-de-nosotros).
Jiko y yo nos miramos por el espejo del retrovisor antes de morirnos de risa.
Y esta es la historia de cómo conocimos el pueblo de Rafa, el cantante delauñón, y de cómo desde entonces tarareamos a lo tonto Lobo hombre en París... Pero por otras causas.
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