![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgxCwRYsvEB6xrotowPPWpqkQRBPeJN5B7v2mWrCU15xG5WT4ow0FSjE_Z4dtjKK-vTu39bsrKtDtEN4WaGNL2U2lfeExjbqT1MXf0KIXEeJ7Q_whc8EQfigg5zhvvjPMUbJm6i6KIRQHg/s320/Tete.jpg)
Hoy he vivido uno de esos círculos de vida en el que todo encaja y acaba y empieza y vuelve a cerrarse y a abrirse y a empezar. Cuando yo tenía apenas un mes de vida mi madre, que tenía 22 años, me llevó a la casa de Peñíscola con su hermano Pedro, de 18 años. Era verano y mi padre tenía que currar. Me acostumbré, me cuentan (aunque es de esas cosas que de tanto imaginarla y escucharla casi es un recuerdo propio, nítido, y soy yo la que se lo cuento una y otra vez a Jiko), a dormirme agarrada a los pelos del pecho de mi tío, que me cantaba en un árabe inventado. Dice que mis dedos se agarraban tan fuerte que se moría de dolor. Pero aguantaba. Para mí es un recuerdo calentito y siempre me ha atado a mi tío de una forma especial. Cuando nos juntamos en reuniones familiares o en citas improvisadas (suelen haber viandas de por medio) siempre hay una mirada cómplice entre él y yo, o un apretón de mano o de brazo o de ojos. Me ha escrito cosas preciosas, y no hablo sólo de lo que leyó en voz alta y quebrada el día de mi boda. Ese verano de pelos y árabe de 1972 empecé a llamarle Teté... y hasta hoy. Hoy ha cogido a mi hijo en brazos. Lo ha puesto en su pecho y a mi casi me explota el mío.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSEU-Ed4hIt_rLbySQgb_yCg1TKh5JUZNOlk9Jj6hCmyfslgGFSgPZ3qlJr2k7Z9Hu3OUONrCLSznigQ85bT2CPQGmllcbwE6swa1i9aKiUuFDvMYaN6qXnI_fRlI4_JH2EF9lB9PY_yg/s320/Bibi.jpg)
Para completar y seguir ese círculo del que hablaba al principio, su hija, mi prima Silvia, está embarazada. Es un niño y se llama Enak y ya se mueve dentro y nacerá a finales de febrero. Y ya fantaseamos con las escapadas que se harán Mateo y él a Ibiza a escondidas... Hoy Silvia ha sujetado a Mateo y no se ha sujetado las lágrimas. La entiendo tanto... Embarazo y lágrimas son todo uno, pero yo ya no estoy embarazada y ver estas dos imágenes hoy me han puesto un nudazo en la garganta de órdago. Nadie se ha dado cuenta porque hoy todos, Silvia (madre), Andrea, Arancha, la Yaya, mis papis, Carmen y nosotros, los Jikos, les mirábamos a ellos. Y a papá-Enric, que estaba más radiante aún que de costumbre.
Qué suerte tienes de tenerlos a todos, Mateo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario