martes, 4 de septiembre de 2007

De cenar, jabón


Quedaban unos 15 minutos para su cena y ya estaba hambriento. Y de pronto, horror: ¡¡¡se nos había olvidado bañarle!!!!!!!!!!! Aaaahhhhhhh!!!!!!!!! Dudamos. Y ganó la desparasitación. Así que a toda leche: prepara agua, ajusta temperatura, desviste al niño, haz piruetas para que no llore (odia que le desvistan, pudoroso él), echa el jabón justo (las primeras bañeras parecían una cerveza alemana enooorme, por la espumaca), y prepara el biberón justo para cuando termine la aventura. Y así fue. Todo en un pispas...

...Le metemos despacito, se calma (¡es que ya le gusta el baño!)... y deduce que esa noche hay combo: baño y cena juntos. Así que en esta foto que veis está el pobre lamiéndose el jabón de los brazos como si fuera una tapa de jabugo.

1 comentario:

aeroroldy dijo...

Genial la foto...que sepáis que ver como describís ese estrés de rutinas puericultoras hace sentir un yoqueséquequeseyo... tal vez envidia.

O tal vez es algún virus, no se.

Lo dicho, hay rutinas y rutinas,y con ésta del baño no hay color.

Besos de los villalbinos.