
domingo, 6 de septiembre de 2009
Pillados

Conversaciones

-Ay, Mat, ¿qué voy a hacer contigo?
-Desayunar.
-(aguanto la risa): Desayunar... ¿y qué más?
-Jugar.
-¿Y qué más?
-Un sssumito de naranja.
Con él no necesito agenda: me tiene el día organizado y las cejas en alto con estas conversaciones simples, claras. Qué risa, qué risa.
Matorilyn
sábado, 29 de agosto de 2009
Segundos


Mato, por la puerta grande (del cine)

Eso sí, Mato, siguiendo el método ya iniciado con su impecable representación de Cayetano, se metió en el papel de hijo de ¡Fele Martínez y Norma Ruiz! en esta comedia cutrilla de final feliz (la escena de Mateo consistía en entrar en brazos de una enfermera al paritorio donde su "madre" acababa de parir a su hermanito... El pobre Mat repetía "panteda dosa, panteda dosa", porque en los ensayos utilizaron un muñeco de la Pantera Rosa en vez de un bebé ensangrantado, menos mal). Ésta de abajo fue la imagen más repetida: todos esperando oir "¡acción!" para entrar en el paritorio donde nacía, pues eso, la panteda dosa... (el resto de las fotos ilustran las pausas y pausas y pausas y pausas en el rodaje...Qué rico estuvo Mato, pequeñito, en la inmensidad de la plaza de toros, mirando al techo y a la arena, sudando en los burladeros...):










Luc en la trona

En la trona, Luc es un periscopio. Le sale la cabecilla por encima de la bandeja y gira y se vuelve y voltea y recorre cada esquina, cada ruido nuestro, y aletea con las manos llenas de ganas de que le cojan, el muy perro. Luc grita "aaaaaaaa-tá" mientras sigue a su hermano con la mirada y cuando Mat hace el tonto para él, entonces Luc se deshace en gritos y carcajadas y me busca como para compartir y siempre me encuentra, y entonces le veo esos dos dientillos y me entra un nosequé por dentro que tengo que dejar lo que esté haciendo y tirarme de cabeza a la trona para acortar distancias, aún más. Me gusta como huele Luc, me gusta incluso cuando suda, le huelo hacia dentro y me metería en su cuello y me comería sus manos. Me las como, de hecho. Está muy grande, mucho. Va a cumplir 7 meses y ya trata de ponerse de pie. El muy burro. ¿Y estos brazos? Ni Stanley Kowalski al pie de esas escaleras...


Mateo, Año 2

Este año Mato sopló su vela doble. Bffff, bffff. El aire para arriba, mal orientado, los ojos en el chocolate. Mientras aplaudíamos me miró e imploró: "Cuchilloooo", con tanta prisa siempre. A sus alrededores, Luc durmiente y creciente en brazos de todos y en una esquina siempre de mi vista; Mateo y Olivia, más tiernitos que la tarta, avanzando la tarde a golpe de ganchitos, palotes, tapachús; las abuelas, llenas de Mateo hasta los codos (el abuelo vio el evento a través del objetivo de la cámara... menos mal, esta entrada no existiría); y sus tíos Luis (de sangre), Silvia (de sangre, también), Omar (de tinta y ganas), JuanjoPepa (de parque y mimos). Un gusto que comenzó con un capítulo íntimo: Mato y yo retozando en el césped, un segundín de besos, muerdos, risa, mividaentera, previo a la fiesta, para mí sola.














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