skip to main |
skip to sidebar
-No quiero ir más al cole, mami.-Lo se, cielo, pero...-Es que allí me aburro. Porque voy al patio y juego. Voy a la clase y juego. En el baño también juego.-Vaya, eso no suena aburrido...-Es aburrido.-Entonces, ¿qué es divertido para tí?-Pues dormir y hacer tonterías. Y que estés.
Mientras me lo como a besos y me invento mil tonterias y risas, insisto: ¡odio el cole! Pero sobre todo... ¡odio fingir que mola el cole!
Luki a hombros, señalando todo lo que existe y se ve. Cómo habla sin palabras. Cómo ríe a patadas. Cómo me gusta y cómo me río yo. Y cómo disfruta él estas mañanas a solas con nosotros, nosotros para él solo, durante esas horas en las que Mateo empieza a entender qué pinta él en clase.
Nos hicimos un antifaz con poderes de pan en colines. Risas para combatir el agobio del inicio del cole. Ay. El segundo día, al ir Jiko, Luki y yo a buscarle, bajando la calle abrazados los dos en modo koala (qué gusto), bromeaba besándole el cuello:-No digo yo que este abrazarse así no sea cariño, pero me da que en realidad lo que estás es derrengado...-¿Sabes por qué estoy derrengado, mamá? Porque llevo horas y horas y horas y horas buscándote.Snif. Qué hacer con este nudo en la garganta. Cada día. Mi niño. ¡Odio el cole!
Se subió Mateo de excursión a la buhardilla (él la llama 'buhardería') con su padre, a desentrañar telarañas y cajas con tesoros y rincones oscuros. Dejó la huella de sus manos polvorientas en la pared de un túnel secreto. Y bajó contando maravillas. Y cargado con una pizarra que pretendía ser una sorpresa futura. Feliz.
¿Puede el estómago de un soldado de infantería conformarse con un menú infantil?
Minuto 164 de 'Solaris'.
*(¿Tarkovsky conocía a Calamardo?).
-Mami, ¿nos das un flan?-Claro, tomad.-¡Gracias!... ¿Esto... es gratis?
Reunión con Inma, la profesora de Mateo, unos días antes de que empiece el cole. Toma de contacto. Mato la mira. La remira. Se acerca. Dispara:-¿Tú te sabes los nombres de todos los dinosaurios?
-Mami, ¿me has comprado...?-¿El qué?-No, a mí. Que si me has comprado a mí.
Menos mal que empieza el cole y la rutina cambia y Bob Esponja desaparecerá un poco. (Ains, con lo que mola).
Bici en miniatura, cero euros. Ruedines, 11 euros. Verle la cara al enseñársela no tiene precio.(Lástima que no furule muy bien). ('Furrule, Jika, furrule'... oigo de lejos).