Luc estrena rape y desafia a la gravedad en el parque desconocido del faro de Moncloa. Mateo se disfraza de sí mismo para tirar dos mil seiscientas piedritas al estanque. Meriendan al trote, se roban los batidos. Se hacen curasana en las rodillas. Se vuelven a casa diciendo, "me gusta el campo". Urbanitas.
2 comentarios:
jejeje...me gusta el campo...jejeje...eso es ser un niño de ciudad y lo demás son tonterías...
Invitados están para ver algún parque pequeñito de los de aquí...
Ya nos gustaría, ya! Y lo haremos! Vaya si lo haremos! No os mováis de allí!
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