Dos felpudos para sendas realidades paralelas. Pepa al teléfono, yo con la mercancia a punto, repetida aposta. Para seguir con las coincidencias-similitudes. Nunca un felpudo representó tan bien al destino... Aunque obviaremos eso de limpiarnos los pies antes de entrar.
sábado, 24 de abril de 2010
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1 comentario:
Qué risa de telecompra. Y de paralelismos también. El día ese que vamos a salir a beber sin fin nos los llevamos, que los vamos a necesitar para situarnos
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