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-Quiero un titaustu.-¿Qué es eso, Mateo?-Yo no lo sabo.
(Otras veces responde: "Es una cosa que se dice Mateo").
A veces no parece el cuarto una llanura del Serengueti. A veces no se zurran. Suele comenzar con un:-Quiero meterme en la cuna de Luc con Luc.
Y sigue con un round de cariño entre barrotes. Se quieren cerca, me da. Y eso que Luc, el pobre, se traga ya toooodas las cosas que Mateo escucha. Le dice, por ejemplo:
-Luc, hay que ser generoso.
Tendrá morro. Y encima, imitándonos.
Hay noches que me agradece con creces mi esfuerzo cuentista con 'Pino se viste solo' o 'Arriba en el árbol'. Con esa vocecita ya pegada al sueño:-Mamá, te quiero hasta el esquinito.
Luc, a veces, me dice bajito que el abuelo es todo un personaje.
Les trajeron cacerolas, los Reyes. Y "ezpumaderas". Así que hay tardes que estamos en El Bulli. Luc chupa al punto de sal. Mato no chupa ni prueba porque no para de hablar:-Mateo, ¿cuál es tu comida favorita?-Champiñones y jamoncito.-Pero... ¿jamón york o serrano?-Mmmh... Queso brí.
O:-Este agua no me gusta porque es de cocacola.(probando La Casera)O: -Este bollo está muy manchoso.Y otros pringues.
-"Mato, no hagas eso, cariño mío".-"Vaaaaaale, cariña mía".