Un par de minutos antes de esta foto, estaba sentado en el váter. Las piernas colgando, los codos en la rodillas, las manos aguantando la cara, el gesto, de pronto, abatido. Y una frase tan melancólica que pareció viejito:-"Ni siquiera he ido a un país lejano".
Y la paradoja de un discurso tristón que termina con risas entre el público... y en el propio autor.
3 comentarios:
Ya sabes Babi, mandamelo!
Ni de coña! Nos vamos todos! Ay, calla, qué ganas, de pronto.
Cuando queráis ya lo sabéis.
Os echo mucho de menos. Os quiero
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