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Ójala estuvierámos así todo el verano.
'-¿Qué haces, Mateo?"-Estoy pensando-¿Y en qué piensas?-... Las 'pensabas' no se cuentan.Sí contó su gran momento del mes: la piscina de bolas, premio gordo por su glorioso debut en el mundo sin pañales. Luc, mientras, buscaba en el almacén de Ikea ideas para un apartamento minúsculo.
Mateo se enfadó nada más entrar en el Museo Jurásico de Asturias. Quería subirse al diplodocus. Le duro poco, justo el tiempo en desviar la mirada al tirrech. Descubrió los esqueletos, sorpresón, y se pasó el día tactándose la piel en busca de sus propios huesos. Los enumeramos todos, o casi todos. Luc miró de reojo el dinopanorama, pero la devoción se la guardó para el batido de media mañana. Eso sí es ocio.
Una moto de policía de pacotilla puede dar la felicidad. La cara de velocidad de Luc es prueba inefable. Era alta, sin embargo, demasiado. Tened cuidado, no os caigáis. "Mami, soy tan valiente tan valiente que te voy a hacer caso", me dijo el piloto, extrañamente sumiso.