domingo, 7 de marzo de 2010

Despertarnos un sábado

El sábado por la mañana me quedo en la cama porque todos los demás días tengo que abandonarla rápido. Así que hablo en silencio con Jiko mientras los jikitos despliegan su cuartel general sobre el colchón y bajo la almohada. El avión de Mickey siempre termina estrellándose. Es el momento de preparar el desayuno.



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