Mientras Mateo lo daba todo en un parque de bolas con sus amigos, Luc y yo salimos a comernos la tarde de Madrid. Le llevé a ver dónde vivía yo antes, sabiendo que ese "antes" mío no le interesa lo más mínimo, no estando él. Le señalé la casa "mira, ahí vivía yo solita" y el insistía en negar la realidad: "No, vivías allí cuando mateo estaba en tu tripita y yo en la de papá". Un pasado embarazoso, a qué negarlo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario