No puede evitarlo: cada vez que Luc emprende maniobra de despierte de la siesta, Mateo aprovecha para cantarle el aria de turno. Luc termina por soltarle un mamporro, alegre ma non troppo, y luego se descacharra de risa.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario