viernes, 8 de abril de 2011

Decir adiós

Así lo hicimos, recordando pautas, raíces, silencios y palabras. Ortiguera, donde está este faro, y Tapia, niñez de acantilados y cuevas y todo mar, fueron los lugares. La tarta al whisky, helada pero sin su toque, el homenaje (uno de tantos). Yo le estoy agradecida: me ha dado lo que hoy es mi vida. Buen viaje, Luis.




No hay comentarios: