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Un día madre
El domingo tuve entre los brazos, de azul y relleno, lo que hacía que ése fuese mi día (de madre y muy señora mía) y, colgando del hombro, mi regalo ad hoc, un bolso de hombre, que son los que me gustan (los bolsos). Jiko, el muuuuuy perro (¡aún te estoy viendo con esa carica bajando por las escaleras mecánicaaaaas, ains!), lo sabía (lo del bolso, again), aunque fue Jikito el que me hizo el regalo con sus propios euros de la paga quincenal. Por eso tiene esa cara en la foto, aguantándose las ganas de decirme al oído y-yo-que-me-lo-iba-a-gastar-todo-en-danoninos-cagoen.
PD. Acaba de pedirnos un adelanto. Dice que él sale perdiendo, que no hay "día del hijo". Qué tontín. Si son todos.
2 comentarios:
No le había dado tiempo a recuperarse del día del padre y hala, otro palo. El año que viene te hace un joyero con cajas de cerillas o unos posavasos de arcilla, ya verás.
JAJAJAJAJAJA... Y un macetero con macramé, lo estoy viendo... ¡¡¡Y a tí por duplicado!!! JAJAJAJAJAJA...
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