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A vernos venir. Así empezamos, con buen pinrel. Casi todo alrededor es un asco, así que seguiremos, por ahora, mirando hacia dentro, allí todo mola todo. ¡Y caben todos! Feliz feliz feliz 2012.
Luc les apuntaba con gesto Lucky Luck: "Os voy a pistolar". Y eso que estaba un poco "constapido". Con todo, fue juntarse los cuatro y vivir de pronto en verano, en Formentera, en culos, en el paraíso. Nos faltó solo ver los barcos mientras cenábamos.
Dos segundos con plastilina y un pelín de inspiración alien. Mateo, su bicho y dos antenas. Buah, es genial.
Antes, durante y después de esta sonrisa jabonosa, Mateo nos dejó la casa llenita de sentencias:Antes: cuando Jiko le mandó recoger por quincuagésima vez, el señor zen contestó:-Vaaaaale, papá, no te nervioses.Durante: cuando su madre, ante la frase 'yo de mayor voy a tener mucho dinero', le preguntó qué iba a hacer cuando lo tuviese, el señor Gilito contestó:-Tumbarme.Después: cuando la misma madre le contó por quincuagésima vez el cuento de los dinosaurios, el señor paleontólogo contestó:-Mamá, eres muy experta en 'leyer' cuentos.¿Algún taquígrafo en la sala? Gracias.
Resumen de nuestros días: ellos señalando a oriente, yo de frente sin parar. Pero junticos.
Dales un escaparate y querrán atravesarlo, aunque sea a lengüetazos. El botín siempre está al otro lado, y la clave es espacio temporal:
-Cuando era pequeño yo me lo compraría.
Se pidieron, a saber:-Pinchocolate-Un minchubinchi-No quedo pontreSaciados, al parecer.
-¡Mateooooooo!-¡Luuuuuuuuuc!Y así les entra la risa, en la sala de espera del médico, carcajadas sin sentido. Locatis perdidos.
Abiertos es azul galáctico. Cerrados, blanco nube para comértelo.
Recuerdo careto de esos nueve meses en los que Jiko se dirigía a mi tripa con voz bronca:-Luc... soy...tu...padre...
El muro del cole, en modo Matosonrisa, en modo Lucceñofruncido. A elegir.
Con araña y telaraña y relleno blanco nieve. Jiko y su tarta Halloween, tarde de invierno y calorías a saco.