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Pasó una moto decibélica a ras de nuestro balcón. Y eso que vivimos en un cuarto piso. Luc se asomó:-Jo, qué dido.
Nos fotografió Jiko con graffiti de fondo y gusto a 'nadanja', a la vuelta de la compra en este octubre con chanclas. Se nos olvidó casi todo.
Qué verano de sandía y delantales. Y de ponerse hasta la bola con la excusa de coger un cuchillo sin filo.
"Pes cando como melón se me ponen las manos pegasosas... Y cando me das una gosinola también".Luc, todo pegasoso.
Esto, en cada esquina. Madrid es la selva.
Y nosotros tenemos dos monos.
"Jika, tengo la oportunidad de mi vida, pero no hay subtítulos".Me pareció la mejor frase dicha jamás. Hasta que caí: 'La oportunidad de mi vida' era una peli.
Fuimos solo al practicante (mi pinzamiento in crescendo) y terminamos los 4 viendo un tiburón de verdad a través de un cristal. En el bus, con tanta emoción, por poco de duermen. 
Perfil de Luc: Sabe a mal ente yogud.Perfil de Mato: Yo no quiero parar de comer muses de chocolate.Para todos los gustos.
Estrenamos temporada. Consignas: retirar tomateras (snif), lechugas, pepinos y demás frutos de verano. Remover tierra, añadir nueva. Plantar: guisantes, habas, espinacas, acelgas, berros, cebollas, coliflor, lombarda, repollo. Y mantenemos, en este otoño veraniego, los pimientos y las berenjenas, hasta donde lleguen. Los calabacines, a su aire. Así ha quedado. 
A veces no les interesan los puñetazos ni las patadas ni los mordiscos ni los empujones. Ni siquiera las armas arrojadizas. Y entonces se quieren tanto que parecen personajes de una telenovela, el uno pegado al otro, susurrándose, abrazándose en penumbra. Nos entra la risa.
Hemos hecho de la pared una pizarra gigante. Para los chicuelos, claro, que pintan en vertical 'ticeratoch', coches, 'antobuses' y a ellos mismos (lo mejor). Nosotros hemos llenado la parte inalcanzable de palabras que ellos han inventado creyendo que hablan bien, ja. Algún ejemplo: 'cántuch' (cáctus), 'esanuyar' (desayunar), '¡topía!' (tubería) y el mítico '¡pod adiós de mos!' que Luc dijo cuando Mateo grito '¡por amor de dios!' El diccionario de pared, lo llamamos.
Primer día de lluvía de este otoño tardón. ¡Y fiestorro paragüil! Cuando escribo esta entrada... ya está roto. Ains.
Así van del cole a casa, a comer, cada día. Mi Jiko hace estas foticos para que no me los pierda. 
Me lanza un trapo al vuelo y al grito de '¡mamá, a ver si lo coges!'. Lo cojo. Y va el tío y me suelta:
Se disfrazan sin disfraz por el gusto de hacer el tonto. Y con manos gigantes y gafas desmedidas, conversan:
Pasó una moto decibélica a ras de nuestro balcón. Y eso que vivimos en un cuarto piso. Luc se asomó:
Nos fotografió Jiko con graffiti de fondo y gusto a 'nadanja', a la vuelta de la compra en este octubre con chanclas. Se nos olvidó casi todo.
De pronto, con dioptrías ante unas imágenes de paisajes. Entornaba los ojos y pasaba del "Oooooh, un pais" al ver unas montañas rojas, a un sorprendido "¡Mida, un cántuch!", que como todo el mundo sabe es 'cactus', en dialecto del desierto. Cerró el capítulo del visionado colocándose las gafas en la camiseta. "Como te das pones tú, papá", añadió. Igual un dia me lo como, sin más.
Qué verano de sandía y delantales. Y de ponerse hasta la bola con la excusa de coger un cuchillo sin filo.
"Pes cando como melón se me ponen las manos pegasosas... Y cando me das una gosinola también".
"Jika, tengo la oportunidad de mi vida, pero no hay subtítulos".
Fuimos solo al practicante (mi pinzamiento in crescendo) y terminamos los 4 viendo un tiburón de verdad a través de un cristal. En el bus, con tanta emoción, por poco de duermen. 
Perfil de Luc: Sabe a mal ente yogud.
Estrenamos temporada. Consignas: retirar tomateras (snif), lechugas, pepinos y demás frutos de verano. Remover tierra, añadir nueva. Plantar: guisantes, habas, espinacas, acelgas, berros, cebollas, coliflor, lombarda, repollo. Y mantenemos, en este otoño veraniego, los pimientos y las berenjenas, hasta donde lleguen. Los calabacines, a su aire. Así ha quedado. 
