El Día del Trabajo lo pasamos así: pleno ocio, en el Retiro, con los abuelos, viendo títeres, subiéndonos en leones de piedra, (qué flash: ya con el tamaño de Mateo me subía yo a esos leones...), asaltando bancos, pateando (cua-cua-cua), pensando en Jiko...: "¿dónde está papá todavía?".
"¡Cómo me encantan las tartas de plátano! Nunca he probado una. Pero nunca" (Mateo, feliz en su incongruencia de ser fan de una cosa que no conoce... durante un picnic tórrido e improvisado en el Parque Juan Carlos I. Qué gusto la ducha a chorros, con esa certeza al tacto: "yo me mojo").
"Papá, eres muy guapo y tienes la cara llena de espuma" (Mateo, viendo a su padre ducharse, justo antes de irnos de excursión por el centro de Madrid con Luc soñando en el cochecito).